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Cuando hace frío, los amigos siempre están ahí para cuidarse
Fecha: 11/11/2019, Categorías: Gays Autor: Marcosol124, Fuente: CuentoRelatos
... la entrada de mi pene. Cuando ya pudo estar por completo vi la expresión de dolor que tenía en el rastro. Era la misma que hace un rato yo tenía, sólo que esta no era de tanto dolor. —Tranquilo —le dije para calmarlo— a diferencia de ti, uno no trato tan mal a mis putas. Se podría decir que les doy amor. Y cuando dije esta última frase atraje su rostro hacia el mío y le di un beso apasionado. No pude ver su rostro porque tenía los ojos cerrados, pero cuando sentí cómo correspondió a mi beso supe que ya no tenía la expresión de dolor. Cuando creí que ya se había acostumbrado un poco más a tener mi pene adentro comencé a dar pequeños saltos de cadera sobre el sillón. Momentos después de unos momentos en los que noté que ya no le dolía tanto agarré su peludo culo con mi manos y con ellas le indiqué que comenzara a moverse. Seguimos así durante varios minutos más, hasta que me vine dentro de su culo. Y aunque no pude verlo, sentí cómo de mi pene salían chorros y chorros de esperma. Más de lo que jamás me había salido antes. Y allí nos quedamos dormidos, él encimas mío, nuestros penes pegados, y nuestro labios separados después de un largo beso. A la mañana siguiente fui el primero en levantarme. Como no los quería despertar. Así que me puse mi ropa, cogí mis cosas y me marché. Los siguientes días después de eso pasaron normalmente. Nos seguimos viendo, ninguno cambió la forma de ser con los otros y ninguno habla de lo sucedido. Pero el problema está en que yo lo quiero repetir. Y espero siento que ellos también.