1. Maria, la barbie madura


    Fecha: 29/11/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Llevaba mucho rato sin hablar, solo observando a una hembra en celo que estaba a punto de hacerme una paja. No iba a aguantar mucho, llevaba excitado demasiado tiempo. Puso mis manos detrás de mi espalda y me ordenó que no las moviera. Me bajó la cremallera con su mano izquierda, con la derecha me agarró el pelo de la nuca y echó mi cabeza hacia atrás. Urgó en mis calzoncillos y mi rabo saltó como un conejo. Nunca olvidaré su sonrisa, con el rimmel corrido mientras escupía en su mano y empezaba a masajear mis huevos. Echó mi cabeza aún más atrás y puso su cara sobre la mía. Pensé que me iba a besar, aún no lo había hecho, pero no. De entre sus labios salió un hilo de saliva directo a mi boca.
    
    - Abre bien la boca y saborea mis flujos - susurró -
    
    Así lo hice. Sus babas empezaron a chocar contra mi lengua. El hilo de saliva era cada vez más abundante e inundaba mi boca. Paró de babear y cerró mi boca con la palma de su mano.
    
    - Mantén mi saliva en tu boca y no digas nada - me dijo con su barbilla aún brillante por sus babas.
    
    Me hubiera encantado tragarme ese manjar pero le hice caso y mantuve su saliva en mi boca.
    
    Bajó la mano con la que me cerraba la boca y la dirigió a mi polla mientras con la otra seguía amasando mis huevos. Tocó mi glande muy suavemente y empezó a hacer giros sobre él con dos dedos. El líquido preseminal servía de lubricante. Joder! Estaba a punto de correrme y casi ni me había tocado. Sus movimientos circulares sobre mi glande empezaron a ser ...
    ... cada vez más rápidos y enérgicos. El placer era indescriptible! A duras penas podía jadear con sus babas en mi boca. Ella me miraba con cara de vicio, con su rimmel deslizándose por sus mejillas, y siempre con su sonrisa enseñándome sus dientes.
    
    - Abre la boca y suelta mi saliva poco a poco sobre tu polla! - Ella ordenaba y yo me sometía. Era incapaz de llevarle la contraria en nada.
    
    Así lo hice y empecé a soltar la saliva sobre mi glande, bueno donde podía, porque mi cuerpo estaba temblando.
    
    - Apunta bien! No desperdicies mi saliva - gritó.
    
    Empezó a masajear mi glande con la palma de su mano mientras yo iba soltando baba. Cada vez más rápido, más enérgicamente. Cuando estaba a punto de correrme paró en seco. Sabía perfectamente cómo llevar el tempo, era una loba.
    
    Se me acercó un poco más y dio media vuelta abriendo las piernas. Puso mi polla entre ellas y empezó a hacer movimientos con su cuerpo hacia delante y hacia atrás. Me estaba haciendo una paja con sus muslos, con sus mallas! La parte superior de mi polla estaba apoyada en su entrepierna, de modo que ella también se estaba masturbando con mi miembro. Intenté sacar mis brazos de mi espalda para acariciar sus tetas pero me lo impidió, no quería que tomara la iniciativa, yo era su presa. Sentía su culo redondo, duro como una piedra golpear mi pelvis.
    
    Echó su tronco hacia atrás y levantó sus brazos, agarrándome por la nuca, haciendo que su cara y la mía se juntasen. Su mejilla estaba en contacto con la ...
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