1. La historia de Claudia (15)


    Fecha: 14/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... señora con expresión preocupada. –Ahora podemos hacer acá lo que se nos ocurra porque mi esposo está de viaje, pero...
    
    -Ningún problema, querida. –la tranquilizó Inés. –Tengo un departamento desocupado que incluso no es un bien ganancial porque lo heredé de mis padres y a mi marido, que sabés que tiene muchísima plata, jamás le interesó. Si esas hembras son totalmente tuyas entonces arreglamos todo, las hacés renunciar a sus trabajos y las encerramos en el departamento a recibir clientas que nos van caer a montones, te lo aseguro.
    
    -La "señorita Claudia" una prostituta de mi propiedad, jejeje... –dijo Blanca como para si misma. -¡¿Quién lo hubiera imaginado en aquella época en que me deslomaba en su casa por un sueldo miserable?!
    
    -¿Estás decidida, entonces?
    
    -¡Pero claro que sí!
    
    -Bueno, mañana mismo me pongo en campaña para acondicionar el departamento. –concluyó Inés, y así sellaron el acuerdo que implicaría un paso más en la degradación de ambas sumisas.
    
    ....................
    
    A esa hora, Jimena y Natalia llegaban a destino con su preciado botín: la cachorra. La bajaron del taxi con los brazaletes puestos y sujetos y en cuanto entraron a la casa Jimena quiso volver a verla tal como estaba en la subasta. La llevaron al comedor, le soltaron los brazaletes sin quitárselos, la desnudaron entre las dos e inmediatamente le colocaron el collar y las tobilleras. Se alejaron unos pasos para contemplarla a gusto y Natalia dijo:
    
    -Bueno, Jime, tenemos una linda ...
    ... mucamita para que nos atienda... ¿No te parece genial?
    
    A partir de allí el trato para con Laura cambió.
    
    -Sos nuestra mucama. ¿Oíste? –le dijo Jimena con voz dura y gesto autoritario.
    
    -Sí, señorita Jimena. –contestó la cachorra bajando la vista en una actitud que hizo entusiasmar a Natalia:
    
    -¡Muy bien, bebé!... Así vas a llamarnos a partir de ahora: señorita Jimena y señorita Natalia y en cuanto te olvides te castigamos.
    
    -No me voy a olvidar, señorita Natalia.
    
    -Bueno, muy bien. –aprobó Jimena. Inmediatamente se la llevó a la cocina y allí le dijo:
    
    -La señorita Natalia y yo tenemos hambre, así que oíme bien.
    
    -Sí, señorita Jimena. –contestó la cachorra sintiéndose cada vez más excitada ante el giro sorpresivo que había tomado la situación y que estimulaba su condición de auténtica sumisa. Esas chicas la atraían mucho y más ahora que estaban en dominantes.
    
    Jimena abrió la heladera y le dijo:
    
    -Ahí hay unas hamburguesas y allí unos tomates. Dentro del horno de la cocina está la plancha. Cocinás cuatro hamburguesas y nos servís dos a cada una con un tomate partido al medio con sal, aceite y orégano que vas a encontrar en la alacena a la izquierda. Los platos están al otro lado, en el mismo lugar que los vasos y en la heladera, ahí, ¿ves?, está la botella de gaseosa. ¿Entendiste todo, mucama?
    
    -Sí, señorita Jimena. –contestó Laura con la vista baja.
    
    -Bueno, vamos a estar en el comedor esperándote con la señorita Natalia, y apurate que ya te dije que ...
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