-
La historia de Claudia (15)
Fecha: 14/09/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... ordenó: -Ladrá, perrita, ladrá para nosotras. Laura vaciló, tragó saliva y en medio de la humillación que experimentaba intentó obedecer emitiendo algo lejanamente similar a un ladrido. -No, no, no, perrita, no lo estás haciendo bien... La cachorra volvió a intentarlo pero sin éxito y entonces Jimena dijo: -Creo que tenemos que enseñarle a ladrar. ¿No te parece, Naty? -Claro que sí, es una perrita y tiene que ladrar... Laura se desesperó, lo intentó nuevamente y esta vez le salió mejor, pero las chicas no estaban conformes y Jimena dijo arrastrándola hacia delante con un tirón de la cadena: -A ver si lo hacés bien después de unas buenas nalgadas. -y ambas se la llevaron al dormitorio. Allí Jimena se sentó en el borde de la cama y Natalia la ayudó a ponerse a la cachorra sobre las rodillas. Ambas, muy calientes, intercambiaron una sonrisa cómplice y Jimena comenzó a acariciar el culo de Laura, que se movió también excitada al sentir ese contacto. -Bueno, perrita. –le dijo Jimena alzando la mano. –A ver si aprendés después de la paliza que te voy a dar. –y sin más descargó el primer chirlo que hizo gemir a la cachorra. Y después, a medida que la zurra se iba desarrollando, los gemidos se transformaron en gritos, porque Jimena demostraba tener la mano pesada. -¡¡Aaaayyyyyyyyy!! -Vas a aprender a ladrar, perrita... –repetía la chica y seguía pegándole en una y otra de las nalgas que se iban coloreando cada vez más. -¡¡¡Aaaaaaaaayyyy!!... ...
... por favor, por fa... ¡¡¡¡¡aaaaayyyyyyyyyyy!!!!! -Nada de favores, perrita, o aprendes a ladrar o te doy hasta que lo hagas bien... -¡¡¡Aaaaaayyyyyy!!!... basta, señorita Jimena... se lo ruego... basta... Jimena le dio otro chirlo bien fuerte y dijo mientras sentía que había empezado a mojarse: -Te voy a dar otra oportunidad, perrita... en cuatro patas y a ladrar para nosotras y si no quedamos conformes Natalia sigue con la paliza. ¿Entendiste? -Sí... sí, señorita Jimena... –balbuceó Laura dolorida y se puso en cuatro patas. Tragó saliva y después de una breve pausa ladró sintiendo que las mejillas le ardían de vergüenza. -¡Bien, perrita, muy bien! –aprobó Jimena y Natalia, que se había excitado mucho viendo como la otra había nalgueaba a la peladita, no quiso privarse de ese placer y dijo mientras ocupaba el lugar de Jimena en el borde de la cama: -Sí, lo hizo bastante bien, pero quiero asegurarme de que lo haya aprendido de verdad. –tomó a Laura, se la puso boca abajo atravesada sobre los muslos y sin dilaciones comenzó a castigarla haciéndola chillar de entrada. Pegaba aún más fuerte que la otra, y la cachorra, cuyo culo había quedado muy dolorido por la zurra anterior, gritaba y corcoveaba tanto a cada chirlo que Jimena tuvo que sujetarla por las muñecas para que Natalia pudiera seguir pegándole a gusto. -¡¡¡¡Aaaaaaaaayyyyyyyyyy!!!! ¡¡¡¡¡no, por fa...aaaaaaaaaayyyy!!!! Le había dado ya treinta chirlos y el culito de Laura se veía bien rojo cuando ...