1. De campamento (mi primera experiencia y de lo más intensa)


    Fecha: 17/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fenix070, Fuente: CuentoRelatos

    ... cómo me responde el muy calmado me pongo a pensar que quizá me he creado un mal concepto de él, quizá reaccione, así como un mecanismo de defensa o talvez porque normalmente así le hablo a todo el mundo, quien sabe. Bueno, el caso es que me disculpo con él y continua la extraña conversación.
    
    - lo lo siento, discúlpame, no estoy en un buen momento de mi vida y además no soy muy sociable que digamos, digamos que acostumbro a hablar así por impulso.
    
    - por mí no tienes que sentirte amenazado, no soy de temer, quizá si de admirar pues soy encantador, lo sé, pero no alguien con quien debas usar esa forma de barrera.
    
    (dice haciéndome enojar un poco por lo que insinuaba el muy creído, pero decido guardarme mi comentario y el prosigue)
    
    - Ahora explícame, ¿por qué faltaste al partido de hoy? (pregunta esta vez en tono exigente como si yo le perteneciera, como si fuera algo suyo, como si le debiera explicaciones).
    
    - pero vamos a ver... ¿y tú que o quien te crees? (él sonríe en una manera que en ese momento me hace cabrear, pero me contengo)
    
    - ¿no me vas a decir por qué no fuiste hoy a verme jugar?, espero tu respuesta.
    
    - yo a ti no te debo explicaciones, es lo primero, segundo ¿por qué rayos piensas que voy a los partidos exclusivamente a verte jugar?
    
    - bueno, todos lo hacen. (narcisismo total)
    
    - ¿qué te hace pensar que soy todos?
    
    - más te vale no perderte el partido de hoy en la tarde, lo ganare para ti.
    
    (me dice acercándose más a mí y dejando ...
    ... impregnadas mis fosas nasales por su aroma, luego sin más se voltea y se va dejándome agitado)
    
    - si faltas me puedo cabrear yo más.
    
    Luego de eso se me fue el hambre, sin dudas había cumplido su cometido, en mi mente retumbaba su voz, en mi nariz persistía su olor, y no podía dejar de pensar en él, su cuerpo, su cara, su actitud de macho alfa, el cómo me hacía sentir retado, todo eso me volvía loco, y algo que no debería dejar de mencionar, no podía dejar de pensar de su gran paquete, el cual él lucia descaradamente escogiendo cada día la ropa más sugerente. Llegada la hora me debatía entre ir o no, me estaba volviendo loco, de pronto resulta que me interesaba su juego, ese en el que me involucraba poco a poco y ya listo seguía aun indeciso, mis manos temblaban, estaban alteradas mis constantes vitales y de momento mi corazón da un salto cuando escucho que tocan a la puerta.
    
    - hola pequeño, sé que estás ahí! sal que casi empieza el partido y debo ir a ganar.
    
    (si ya estaba agitado entonces eso fue la cerecita que coronó el pastel. respire profundo e intente calmarme revistiéndome del antiguo David, ese al que le vale verga todo)
    
    - ¿pero tú que te has creído?
    
    (le digo en tono de enfado abriendo la puerta y percatándome de que estamos solo él y yo porque todos están en el partido, y sí, me dio algo de temor darme cuenta que ante esa situación nada odia hacer si el intentaba algo)
    
    - ¿qué me creo?... la persona que hace interesante el hecho de estar en este lugar a lo ...
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