1. De campamento (mi primera experiencia y de lo más intensa)


    Fecha: 17/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fenix070, Fuente: CuentoRelatos

    ... del cual sacaba placer para sí, y mientras me follaba con total posesividad me exigía:
    
    - di mi nombre pequeño, di a quien perteneces!
    
    Mi cuerpo se desconectó, lo que sentía era tal que ni necesite tocarme para llegar a la primera de dos veces que me corrí mientras me follaba, pues él tenía mucha resistencia, y todo un semental el maldito, lo supe cuando luego de tanto rato sentí su cuerpo tensarse, y su polla ejercerme una nueva forma de presión dentro, como engrosándose un poco mas mientras latía y soltaba chorros dentro de mí, 1, 2, 3 ... 6, 7 y se desploma sobre mí, con la respiración agitada de ambos, luego de unos segundos empieza otra vez sin haber salido de mí, comienza el entra y sale y siento un cosquilleo cuando empiezan a salir gotitas del semen que ya me había descargado dentro.
    
    Un rato más tarde se corre otra vez, y yo igual, aunque no exactamente al mismo tiempo, pero disfruté ver como su cara se descompuso en un gesto de placer absoluto acompañado esto de sus varoniles gruñidos de placer y esos últimos intentos de embestirme. Cuando ya al fin no puede más, se deja caer con cuidado sobre mí para reponerse y yo respiro más profundo al sentir su cuerpo sobre el mío y al fin tener la oportunidad de tocarlo, pero me concentro en mi intento de relajarme pues lo necesitaba. Y qué decir, el maldito les cuento tenía razón, ¡me quede con ganas de más! y después de reponerse de unos aproximadamente 35 mints de sexo intenso sin descanso, sin salir de mi ni un momento, se levanta, me toma de la cintura, me indica que rodee su cuello con mis brazos, nos levanta del suelo y bajo la lluvia me lleva hacia el lago donde me empieza a limpiar delicadamente la entrada y a tratarme con suavidad como si fuera otra persona. Al finalizar me toma en los brazos, me saca del agua y me sienta debajo de un árbol muy grande y frondoso donde nos quedamos viendo un rato el anochecer lluvioso y yo no dejaba de preguntarme si era cierto todo lo que acababa de ocurrir.
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