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La historia de Claudia (8)
Fecha: 21/12/2019, Categorías: Infidelidad Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... la señora le había ordenado. Más tarde, en la intimidad de su departamento, Claudia se entregaba exultante a la satisfacción que la embargaba por haber completado a la perfección su primera cacería. En ese momento sonó el teléfono: -¿Cómo te fue? –preguntó Blanca. Claudia obedeció a un fuerte impulso y se puso de rodillas sin apoyar las nalgas en los talones. -Me fue muy bien, señora. Tengo que pasar a buscarla el miércoles a las ocho de la noche, que es la hora que cierra, y se la llevo a su casa. -¿Te opuso alguna resistencia? –quiso saber Blanca. -Intentó decirme no sé qué cosa sobre el miércoles, pero no la dejé hablar y le dije que usted se enojaría mucho con ella si yo no se la llevaba ese mismo día y que cuando la agarrara se lo iba a hacer pagar. -¡Perfecto! Veo que sos una muy buena perra de caza. -Gracias, señora, me da mucho placer servirla. –dijo Claudia y escuchó la risita de Blanca, que le dijo: -¿Recordás cuando yo debía servirte a vos, mocosa? -Olvidemos eso, se lo suplico... –contestó Claudia con ánimo dolorido. Ella ya no era aquella jovencita caprichosa y altanera. Ahora era una perra, la perra de la Señora Blanca. -Mañana te quiero vestida con conjunto azul de saco y pollera, blusa blanca y zapatos negros. –dijo la señora. –Y no olvides que de la radio te vas para lo de Inés. Al día siguiente, a las 6,20 de la tarde, Claudia llamaba por el portero eléctrico al departamento 7° A de ese edificio ubicado en una de las ...
... zonas privilegiadas de la ciudad. Instantes después bajó a franquearle la entrada una mujer entrada en años, de cabello gris peinado con rodete, robusta y muy silenciosa que con un gesto le indicó el camino hacia el ascensor, la hizo entrar al departamento y desapareció en busca de Inés. Claudia echó una mirada al inmenso living alfombrado en toda su superficie y lujosamente puesto. Estaba observando un retrato de Inés junto a un hombre bastante mayor que ella cuando escuchó la voz de la dueña de casa: -Bienvenida, perrita. Claudia se dio vuelta, vio a la mujer entrada en años cruzar el living y la escuchó decir: -Hasta mañana, señora Inés. -Hasta mañana, Amalia. –contestó Inés y se sentó en un sofá de cuero marrón con su mirada fija en Claudia. La joven la saludó: -Buenas tardes, señora. Inés vestía un conjunto de chaqueta y falda de color beige, blusa verde claro y zapatos marrones de tacones altos. Claudia se sintió nerviosa y no supo si acercarse o no a ella, hasta que su instinto de sumisa le aconsejó esperar órdenes, y se quedó quieta en su sitio. Al cabo de unos segundos de mirarla de arriba abajo Inés le indicó que dejara la cartera en la mesa y se sentara junto a ella. Cuando la tuvo al lado le pasó un brazo por sobre el hombro y le dijo: -Estás muy linda, queridita. -Gracias, señora. Inés acercó su cara a la de Claudia, le rozó la mejilla con los labios entreabiertos y luego buscó su boca. La joven nunca había besado a una mujer y echó ...