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El Maestro “su putita”. Un encuentro virtual que excedió los límites
Fecha: 02/01/2020, Categorías: Gays Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
... notarlo, una segunda botellita nos fue poniendo en clima más acorde a la situación, otro brindis por nosotros, por la magia del encuentro, por este delicioso pecado de amor. El alcohol libera, se dejó caer de espaldas sobre la cama, por momentos se miraba reflejada en el espejo del techo, evaluándose los gestos que ensayaba, se lo hice notar y reía rodando sobre el lecho, haciendo mohines y graciosos giros como una niña y sin dejar de sonreír. Me aproximo a ella para hacerle un mimo, me aprieta sobre su pecho, me da un profundo beso. El contacto con sus labios, húmedos y la lengua activa, llenarme de su perfume, sentir su respiración agitada. Se dejó estar sobre el lecho, recostado a su lado contemplando esa espléndida mujer, serena belleza, expresividad de los ojos parecen indicar excitación, fija su atención en mí, dice: -Te dejé mi marca, tienes mi rouge en el labio y en la cara. –sonríe y con el dedo pulgar humedecido en sus labios trata de borrarlo. Sabes una cosa... jamás me imaginé conocer, menos aún que llegáramos a esto, pero no quiero olvidarlo, se ha producido como por arte de magia, ahora lo necesito, creo que no podría vivir sin sentirme tuya. Sácate esto, (tocando la camisa que tenía puesta) -¿Por qué no lo haces tú? Sentada comienza a desprender los botones, uno a una, lenta y perezosa tarea, la abre y besa el pecho, en gracioso y sensual gesto, lame mis pezones, gusta lamerme la piel, retribuyo la gentileza con mi mejor sonrisa. Me salgo de la ...
... cama, ella se queda expectante, mirando cómo me desprendo del pantalón, mira el bóxer y nota lo excitado que estoy, aprecia el estado de mi erección y me regala una sonrisa de aprobación. La despojo de su camisa de seda blanca, levanta los brazos ayudando, los pechos llenan totalmente el soutién, colman su capacidad y rebasa por encima, el delicado encaje no puede con la erección de los pezones, se marcan en la tela, presionando en busca de libertad, ahora es turno de la falda, suelto el broche y jalo hacia abajo, se tiende de espaldas, arquea la pelvis hacia arriba, la deja escapar, deslizar por sus piernas. Estamos en igualdad de condiciones, solo las íntimas prendas para acrecentar el sentido de intimidad, regodeo la vista en la contemplación de este soberbio ejemplar de mujer, ansiosa pero calma, caliente pero mesurada, anhelante pero cauta, deseo salvaje pero pudoroso recato, pasional deseo, pero morosa en la entrega. El sutil juego del cortejo entra en su etapa final, le gusta, disfruta esa silenciosa admiración, nota que fijo mi atención en la bombacha de encaje negro, no era tanga, pero igualmente pequeña, elogio lo bien que se luce en su graciosa figura. -La compré para la ocasión. ¡Mi amor es para ti, solo para ti, para que disfrutes sacándola! - Quiero ser tu putita, esa de las conversaciones nocturnas. Ser la putita del Maestro, como nuestro juego predilecto, ahora es el tiempo de la carne. La miré, no hubo palabras solo nos abrazamos para sentirnos, el ...