1. Mi cuñada, su deliciosa hija y mi suegra alcahueta (Parte I)


    Fecha: 02/01/2020, Categorías: Anal Autor: sensurado75, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras yo me quitaba la ropa ella se puso en cuatro, tenía un moño de regalo que le rodeaba su cintura y entre sus nalgas, insertado entre su colita el acostumbrador anal que yo le había regalado, yo me termine de desnudar y empecé a lamer toda su cola, desde su vagina, mientras ella gemía y me miraba desde adelante.
    
    Sin sacarle el acostumbrador, le hice el amor por su vagina y después lentamente saque el acostumbador de su cola y lentamente fui metiendo mi pene por su esfínter anal.
    
    Al comienzo era un poco durito, pero después su colita se abría como una flor dando paso a mi duro y erecto pene mientras ella sumisamente colocaba su cara contra la almohada y me decía.
    
    -pacito por favor.
    
    Yo sabía por lo que había investigado y leído que mi pene tenía el tamaño y la forma perfectos para el sexo anal lo cual le hice sentir a mi cuñada y mientras su colita se dilataba más y más, yo disfrutaba de quedarme con la virginidad de la colita de mi cuñada.
    
    Mi excitación era tal que no pude hacer caso a las suplicas de mi cuñada quien me decía.
    
    -despacito por favor, pasito.
    
    Y yo le dacia
    
    -Desde el primer día que te vi te quería dar por el culo.
    
    Cuando su colita dilato lo suficiente mi cuñada empezó a disfrutarlo mucho más y empezó a decirme entre gemidos.
    
    -¿Por qué mi marido no me lo hace así?
    
    Eso desencadeno un castigo brutal para su solita, la cual tuvo que aguantar una enculada dura y profunda hasta que no aguante más y le llene todo su conducto anal ...
    ... de semen mientras ella apretaba el puño, gemía muy duro y meneaba su colita contra mí.
    
    Ella se levantó rápidamente y se acostó en mi cama, descansando del dolor y del orgasmo, mientras yo veía un pequeño charco de fluido vaginal en las sabanas de mi cama y como aun su colita escurría semen y su vagina estaba toda dilatada y mojada.
    
    Ella se levantó y se metió a la ducha, casi sin decir nada se vistió y se fue para la casa de su madre, mientras yo me levante y me metí a la ducha a bañarme alguna pinticas de caquita que habían quedado en mi pene.
    
    A mí me constaba que mi cuñada amaba a su esposo, lo digo por eso dejo tristeza que le quedaba después que hacíamos el amor, pero esa tarde no fue así.
    
    Sin embargo ella me dijo que esta era la última vez porque no quería seguir engañando a su esposo ni a su hermana. La verdad hubieron muchas más últimas veces anales y vaginales, ya que para mi cuñada esto se volvió una obsesión.
    
    Con el tiempo nació mi hija y todo volvió a la normalidad, ya no teníamos sexo y con el paso de los años, nos fuimos a vivir a la casa de mis suegros, donde habíamos construidos unos cuartos y ahora no teníamos que pagar arriendo.
    
    Mi hija creció y entro al colegio, mi esposa estaba trabajando y mi cuñada y yo quedábamos de vez en cuando solos, pero la estricta vigilancia de mi suegra evitaba que algo pasara.
    
    Pero un día yo la acorrale en su cuarto, y ella, quien no quería armar escándalo me dejo entrar en su cuarto, en su boca en su vagina y ...
«12...6789»