Me entrego al deseo y los dedos de mi hijo
Fecha: 03/01/2020,
Categorías:
Anal
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... litros, será lo que pueda aguantar.
-Probemos
Me subo la remera y le hago un nudo a la altura de la cintura, lleno la jarra con agua y le agrego el líquido de la bolsa, parecía una especie de aceite o vaselina líquida, lo mezclo y lo apoyo en la mesa. La cánula tenía un pequeño grifo que mantengo cerrado, se lo alcanzo a Diego para que lo sostenga.
-Bueno, yo me pongo en el piso y primero pon un poco de vaselina en la punta de la cánula, pero vas a tener que meter el dedo un poco en el ano también para que entre. Lástima que no te dieron unos guantes.
-No importa es lo mismo.
Me pongo en cuatro patas en el piso, los codos en el piso y abro bien el culo y espero, sabía que tendría la mejor vista de mis partes, no le ocultaba ningún agujero, desde atrás veía el rosado tajo brilloso y lubricado de mi vagina. Espero la estocada. Primero toca el esfínter con la punta de la cánula, pero mi reacción era apretar el culo y cerrarlo, decido aconsejarlo para mi placer.
-Espero, espera Diego, vas a tener que pasar vaselina con el dedo, así no va entrar ¿quieres que me ponga yo un poco?
-No, está bien yo te pongo
Parecía que necesitaba el permiso mío para que ganara confianza, comenzó a meter dedo con timidez pero sólo pasaron unos segundos para que lo empuje hasta el fondo, podía sentir cada detalle de su dedo, desde la resbalosa uña y su suave yema, entra la primera falange, hasta llegar a la media, lo saca y lo mete en el pote de nuevo y vuelve a meterlo, ...
... lo saca de nuevo y me pregunta.
-¿hago la prueba ahora?
-Sí, prueba despacio, todavía tengo el efecto del analgésico, pero con cuidado
Empieza a meter la cánula despacio, la puedo sentir entrando unos pocos centímetros, y se detiene.
-Se trabó, ¿sigo empujando?
-Sí, despacio, ¿Cuánto entró?
-Un poco, dos o tres centímetros
Sigue empujando, pero no avanza. No sabía si era que no me quería lastimar o tenía miedo de empujar más fuerte.
-empuja, empuja sin miedo.
-pero no entra.
-A ver, quiero ver la punta.
Me muestra y era obvio que la barrera era mi propia mierda, el color lo delataba.
-Sí es caca, ¿no te da asco? ¿Podemos seguir?
-Sí, no hay problemas, no me da asco ¿Qué quieres que haga?
-No queda otra que lo empujes más fuertes, así podemos abrir el grifo y con el agua se va a ir ablandando. No queda otra
Vuelvo a la posición, ahora parecía que él tomaba la iniciativa, mete el dedo de nuevo y lo revuelve, era verdad que no le daba asco. Cuando saca el dedo mete la cánula y empuja, me duele un poco pero no le digo nada, él sigue, yo sentía como que me violara un negro, sentía que un pedazo duro subía por mi intestino.
-Ya entraron como diez centímetros ¿sigo?
-No está bien, abrí el grifo.
De repente siento un frio que me recorre, pero se detiene de pronto.
-No baja más, parece que se tapó.
-Prueba en ir moviendo la cánula
-Sí, tienes razón, ahí está bajando
-Bien, voy a tratar de aguantar lo más que pueda, ...