1. Me entrego al deseo y los dedos de mi hijo


    Fecha: 03/01/2020, Categorías: Anal Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi habitación, ahí ya estaba Diego esperando, me recuesto en la cama y me levanto la remera para dejar el culo en sus manos. Él se sienta nuevamente a un costado y me coloca crema en los dos cachetes, y empieza con el masajeo, luego como había hecho antes comienza a pasar el dedo por la raya tocando el ano, yo temblaba de excitada pero él termina de golpe, me baja la remera y se va apurado, creo que eyaculo en su pantalón, supongo que habrá sido muy fuerte por el apuro con el que salió.
    
    -Buenas noches, nos vemos mañana.
    
    Me quede pensando, si estaba bien todo esto, al fin al cabo era mi hijo, pero pienso que el placer está más allá de convenciones sociales, si nos hubieran separado cuando él nació y nos conociéramos por alguna razón de la vida ¿él sería mi hijo o sería un extraño? Bueno, todo depende que como y de qué lugar se vean las cosas. Me duermo y siento sonar el despertador a las 9 de la mañana.
    
    Me estiro en la cama, no necesitaba cambiarme, estaba prácticamente desnuda, voy al baño despacio, no quería despertar a mi hijo, supongo que dormiría. Ahora más tranquila y sin ningún apuro me siento en el inodoro utilizando la misma almohadilla de cuello, orino sin ningún problema y cuando intento cagar, el mismo resultado, una puntada muy fuerte cuando hago fuerza, me baja la presión de nuevo. Me lavo la cara, los dientes y regreso a mi cuarto, pero cuando salgo del baño lo veo a Diego en el pasillo.
    
    -Hola, pensaba que estabas durmiendo todavía.
    
    -No me ...
    ... desperté temprano, pudiste ir al baño
    
    -No, no pude, me puedes ayudar, ¿no te arrepentiste?
    
    -No, Ma, yo te ayudo
    
    -Bueno vamos a mi habitación y me inyecto el calmante, va a ser mejor para el enema.
    
    En la habitación tomo la jeringa y la cargo 10ml del calmante, lo miro a Diego y así parada como estaba le digo.
    
    -Me voy a inyectar, me puedes tener levantada la remera así veo donde me pincho.
    
    Él rápidamente la toma de los costados y la sube hasta las tetas, como todavía estaba de frente quedo con la vagina expuesta, nunca me la había visto, bueno ya era hora, suerte que soy prolija, acostumbro a depilarme totalmente una costumbre que tenía de chica, la mira como fascinado, giro medio cuerpo y apunto mi nalga derecha con la jeringa y me inyecto. Me doy unos golpecitos y me bajo la remera.
    
    -Ahora tenemos que esperar a que haga efecto. Podemos preparar todo para el enema.
    
    Vamos a la cocina y llevamos una especie de jarra con una manguera, con una cánula en el extremo con pequeños agujeritos. También le dieron un pote de vaselina y un líquido en una bolsa plástica con unas instrucciones. Las leo y explicaba la cantidad que tenía que mezclar con agua y la forma de aplicarla, nada de otro mundo. Pregunta mi hijo
    
    -¿Dónde lo hacemos?, ¿en el baño?
    
    -No sé si tenemos lugar, sería mejor, pero me tengo que acostar en el piso
    
    -¿y si lo hacemos acá, en la cocina?
    
    -Me parece que va a ser mejor
    
    -¿Qué cantidad hay que meter?
    
    -No dice, pero la jarra marca como 2 ...
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