1. Me entrego al deseo y los dedos de mi hijo


    Fecha: 03/01/2020, Categorías: Anal Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... recibir a la doctora y viene con ella a la habitación.
    
    -Hola Esther, ¿qué te pasó?
    
    -Me caí en la entrada de casa sentada y me golpee muy fuerte con el borde del escalón de entrada. Se me duermen las piernas
    
    -bueno, vamos a ver, te voy a revisar
    
    Veo que me hijo se retira despacio y nos deja solas, yo sigo a costada boca abajo, seguía con la ropa con la que había llegado del trabajo, solo me había sacado el traje, estaba con la camisa blanca y la falda gris. Me baja el cierre de la falda y me la desliza hasta las rodillas, luego toma la tanga que uso de ropa interior y la baja hasta debajo de la cola. Quedo con el culo al aire.
    
    -Bueno, vamos a ver que tienes.
    
    Con sus dos manos separa los glúteos y mira, también toca por donde comienza la raya del culo.
    
    -está caliente y colorado, perece que fue grande el golpe. ¿Te duele cuando aprieto?
    
    -Ay, si, si, ay
    
    -Bueno, esta parte se va a poner morada por el golpe, igual que los glúteos, tengo que revisar si se quebró el coxis, espera, un momento.
    
    Yo sentía cierta tranquilidad que fuese mujer, no sentía vergüenza de que me tocara, estaba entregada y dolorida como para pensar en otra cosa. Traía un pequeño bolso de primeros auxilios, saca un par de guantes de látex y un pequeño pote que parecía de vaselina o una crema.
    
    -Permiso. Tengo que meter el dedo.
    
    Ya con los guantes puestos mete el dedo índice en el pequeño pote y se unta el dedo, muy despacio siento por el roce del mismo que busca la entrada de ...
    ... mi ano, el esfínter no se resiste mucho gracias al lubricante. Siento que el dedo va entrando despacio, la situación sería agradable si no fuera por el dolor que crecía mientras entraba más profundo.
    
    -¿Duele?
    
    -Ay, ay, si, si, si
    
    -Bueno aguanta un poco más tengo que sentir el coxis
    
    Revuelve el dedo, hasta que lo consigue, en ese momento me sobresaltó, le apreté el dedo con el esfínter, el dolor era muy intenso, me quejaba, pero ella continúa moviendo el dedo y lo retira muy despacio mientras me dice.
    
    -¿Cómo se llama tu hijo?
    
    -Diego.
    
    -¡Diego! ¡Diego! ¿Puedes venir por favor un minuto?
    
    Lo llama con unos gritos, yo sigo con la cola al aire, no reacciono como para taparme, él tardo unos segundos en llegar y quedar parado bajo en el marco de la puerta, yo estaba acostada con mi cabeza apuntando la puerta, la levanto un poco y lo veo.
    
    -Gracias Diego, me haces un favor, me puedes traer un poco de papel higiénico del baño.
    
    Yo no atino a decir nada, sentía vergüenza al ver a mi hijo en la puerta, estaba paralizada, pero supongo que la situación de estar expuesta a la mirada de mi hijo me calentaba. Él desaparece al instante y sale presuroso hacia el baño. Ella como si fuera algo normal comienza a describir la situación.
    
    -Esther, por lo que puedo ver y sentir fue sólo el golpe, es muy difícil que sufras una quebradura en el coxis pero siempre existe la posibilidad, te amortiguó el golpe los glúteos, tienes suerte de hacer deporte. Pero el golpe fue muy ...
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