Vicios ocultos - Fernando
Fecha: 31/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... polla empujando en mis tripas hasta que comencé a sentir los primeros síntomas de asfixia.
El placer resultaba inenarrable lo mismo que la angustia y comencé a verle borroso. Su rostro se descompuso y supe que tenía que luchar para mantenerme con vida. Comencé a convulsionar, y el miedo y el placer se juntaban logrando que mi polla se irguiera y se frotara contra su abdomen a la vez que comenzaba a patalear, luchando porque me soltara y el aire entrar en mis pulmones.
Podía sentir la fuerza de su verga entrando y saliendo velozmente de mi culo y pensé que ya no podría contenerse y me ahogaría. En ese instante en que perdía lo noción de lo que pasaba comencé a eyacular con gran fuerza el semen de mis testículos encharcando su vientre y el mío.
Mi vientre se agitaba enloquecido y apretaba la verga de mi amigo con fuerza descomunal, hasta que comenzó a llenarme con la leche que salía a borbotones por la boca de su glande y sentí que un hilo de aire entraba dentro de mi. Lo había conseguido otra vez, a punto de morir sentir el mayor placer, en el espacio que queda entre la nada y la vida.
Nuestros cuerpos temblaban mientras nos salía el semen a borbotones, húmedos de sudor y calientes, y poco a poco recuperé la consciencia que consideré perdida. Abracé lo que abarcaba de su espalda con mis brazos y con las piernas me sujeté en su cintura.
-Pablo, Pablo, ha sido la muerte y volver a la vida. -respiraba angustiado con la cara enterrada en mi clavícula.
-Es la ...
... última vez pequeño loco, no quiero perderte. -era lo que siempre me decía.
Recogí la toalla que Pablo había tirado al borde de la cama y limpie el semen de mi pecho y vientre, el que quedaba sobre él lo esparcía por su abdomen jugando viendo deslizarse mis dedos.
Me arrodillé a su lado inclinándome para besarle en la boca, adorando al niño y hombre que me miraba acariciando mi pierna y comencé a pasar los labios por el pecho bajando, limpiando con la lengua los restos ya secos de mi corrida.
Tenía la verga recogida, blanda y rendida sobre el vientre y la lamí acariciando el blando capullo. Pablo se había repuesto y me abrazó por la espalda pegándola a su pecho, tiró de mi abdomen para que pegara mis nalgas a su entrepierna y me besaba el hombro y la espalda con húmedos y tiernos besos.
Cuando noté que su polla despertaba pasé la mano para atrás y la metí entre las nalgas, tenía la entrada del culo mojado, su semen no terminaba de salir y elevé la pierna, mi amigo comenzó a empujar con repetidos y pequeños golpes para ir metiéndose en mi de nuevo.
Me iba follando con lentitud, sujetando mi pierna en el aire para que abriera el culo y pudiera entrar más fácil, seguía besándome la espalda y el hombro alternando, a veces giraba la cabeza para que me besara en la boca. Sentía un placer continuo que a veces se hacía doloroso por tan intenso que era hasta que no puede resistir y le pedí que me dejara montarle, cabalgar sobre su polla, jugar con ella a mi antojo buscando ...