1. Me voy pal pueblo


    Fecha: 06/02/2020, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... se arranca el sujetador y las bragas dejando a la vista dos tetas muy morenas, sin marcas de biquini, con oscuros pezones de gran tamaño, amén de una poblada mata de vello púbico muy rubio (también teñido, supongo), muslos algo gruesos y un redondo culo. Está muy buena y yo muy excitado.
    
    "Me has mirado ya bien, so cabronazo. ¿Te gusto?. Prepárate porque mi coño quiere que te lo comas; ¡vamos!, de rodillas y a jugar con la lengua, maricón". No está mal, no señor. Me gusta. Esta mujer promete.
    
    Tengo la cara empapada de mi saliva y de los líquidos vaginales de la mujer que me agarra del pelo y tira con fuerza hacia arriba para ponerme en pie al mismo tiempo que se arrodilla ante mí y sin cerrar los ojos comienza a chupar lentamente mi polla, que pone tiesa y dura como un trozo de metal. Intenta hablarme pero no dejo que lo haga, sujeto la cabeza de sus cortos cabellos y meto y saco el rabo con fuerza y rapidez de su boca, de manera que no deje de mamar ni un momento; ¡joder cómo me ha puesto!.
    
    No quiero correrme todavía, le obligo a darse la vuelta apoyada en el respaldo de un gran sofá y la meto de golpe en su mojado sexo para darle unos buenos pollazos ("así, qué bien; sigue, más fuerte, más, más; qué dura está, sigue, sigue, cabrón") buscando ya mi orgasmo que no llega a pesar de las fuertes y largas contracciones vaginales y del poderoso grito que da Nines al tener su corrida.
    
    No puedo esperar más y mientras veo como el largo orgasmo transforma los rasgos tensos ...
    ... de la cara de la mujer en la representación del relajo y la tranquilidad, me masturbo a gran velocidad hasta que logro eyacular manchando la espalda y el culo de Nines con cuatro o cinco chorros de semen. Nos sentamos ambos en el sofá y medio abrazados quedamos adormilados.
    
    La humedad que siento en mi pene me hace despertar sin saber muy bien en dónde me encuentro y pensando que tengo ganas de orinar aunque en seguida comprendo que Angelines está lamiéndome el rabo. Me encanta una lengua de mujer que sepa excitarme, para mí es un placer añadido que engrandece mis orgasmos y esta mujer es una estupenda lamepollas, su lengua se ensancha y engorda o se hace fina y larga según dónde esté lamiendo de manera tal que en todo momento consigue que no sólo la polla sino el cuerpo entero esté pendiente de lo que hace. Me ha puesto en tal estado que me mira con expresión complacida ("cómo me gusta tu rabo, so cabronazo"), se sube encima y tras meterse la polla muy lentamente se mueve arriba-abajo, en círculos, a derecha e izquierda, provocándome una placentera rápida corrida.
    
    Sigue moviéndose durante el par de minutos en los que aún logro mantener una erección presentable y su nuevo escandaloso orgasmo se alarga bastante hasta que descabalga para tumbarse a mi lado, darme un beso en los labios y quedar dormidos ambos.
    
    Antes de dormirme del todo pienso que ya va siendo hora de decidirme a cambiar de vida y quedarme aquí; total, en Madrid no se me ha perdido casi nada y ahora me ...
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