1. Negación - Capítulo 7


    Fecha: 09/02/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... quitándole importancia a la situación – Conozco las maniobras de reanimación. Aparte, siempre tuve la fantasía de hacer esto, se presentó la oportunidad y la aproveche.
    
    - Eres un maldito bastardo ¿lo sabías? – comencé a ponerme de pie.
    
    - ¡Por favor, Puto!, no iba a dejar que murieras – me dirigí al rincón donde estaba mi ropa, cerca de la puerta – no así al menos.
    
    - ¡Qué gran consuelo! – le grité.
    
    - Lo siento, ¿está bien?... me dejé llevar, eso fue todo, pero nunca estuviste en peligro – se miró las marcas de mis uñas en los brazos y en los pectorales – aunque, tu no entendiste el juego, al parecer.
    
    - ¿¡Juego!?... Jugar con mi vida es tú pasatiempo… tienes mucha mierda en la cabeza, deberías buscarte un psiquiátrico e internarte, idealmente ¡para siempre! – agarré el buzo del suelo.
    
    - Nada malo pasó ¿está bien?... – me miró fríamente – No he dicho que puedas marcharte aún – acotó.
    
    - No te iba a pedir permiso de todas maneras – dije, mientras me inclinaba a recoger la sudadera, las manos me temblaban, mezcla de ira y angustia contenida, ¡Dios! Estuvo a punto de matarme. Quería huir lo más rápido posible,
    
    - No puedes irte – se puso de pie – Aun tienes trabajo que terminar.
    
    - Creo que ya hice más que suficiente. -
    
    - No puedes irte – insistió – tienes que limpiar el desastre que dejaste – dijo tocándose el pene – y después, tenemos que ir a ver a un viejo amigo de ambos.
    
    No hice caso a sus palabras, no existía nadie en común los dos. Estaba ...
    ... listo para largarme de aquí. Me puse la sudadera y lo tuve frente a mis ojos. Me asustaban todos los sentimientos que me provocaba, pero verlo así, desnudo, a centímetros de mí, irradiando calor, oliendo a pino fresco, sudor y sexo, sólo generaba confusión en mi mente.
    
    - No puedes irte – me recordó. Acarició mi mejilla con el dorso de su mano. Cerré los ojos.
    
    - Ya no quiero estar aquí – le dije, susurrando.
    
    - No hemos terminado – se inclinó y me habló al oído – Vas a arrodillarte y me vas a mamar la verga… la vas a dejar reluciente. – Su voz era un tempano de hielo – luego, nos iremos a conversar a otro lado. Tenemos mucho de qué hablar. Y hay alguien que tiene deseos de verte… Enano.
    
    Me quedé sin aliento… Miguel, qué tenía que ver él en todo esto. Lo miré a los ojos, había diversión en ellos, mientras me veía analizar la información que había recibido. Era imposible, Brawny odiaría a un tipo como este, eran completamente opuestos. Mi amigo era leal, atento, gracioso, honesto y generoso. Él espécimen frente parado aquí era todo lo contrario, era un maldito bastardo, canalla y manipulador. Ni en esta o en otra dimensión paralela habrían podido permanecer cinco minutos juntos sin llegar a los golpes. Brawny era mi hermano, él nunca me haría esto.
    
    - No entiendo a qué te refieres – solté.
    
    - ¡Oh, Por supuesto que entiendes!… ¿o no estuviste con él en el “Aries”, hace dos semanas?
    
    - ¿Qué… - la duda me invadió.
    
    - ¡Eh! – me calló, se fue a sentar a la cama – Si ...