1. Chantaje y violación a la mujer de mi primo


    Fecha: 12/02/2020, Categorías: Anal Autor: Vicioso_10, Fuente: CuentoRelatos

    ... en la entrada de su rica vagina y se lo metía de un solo viaje, la penetre tan fuerte que pego un grito.
    
    —Ahhhh.
    
    Saque mi pene y de nuevo la penetre, su vagina estaba apretada y era un placer entrar en ella, y con cada embestida, mi lujuria aumentaba, chupaba y mordía sus tetas, lamia su cuello, y ella empezaba a dar pequeños quejidos, hasta sentir que relajaba sus piernas y medio movía sus caderas al compás de mis penetradas.
    
    Estaba dan buena y yo tenía tanta calentura acumulada, que le di un par de embestidas más y mi semen se derramo entre su vagina y la deje bien llena.
    
    —Ufff, ufff siii, siii que rico, Marcelita. Tú si eres una hembra de verdad.
    
    Le decía mientras terminaba de vaciarme, la tome de la cara y la bese a la fuerza para luego dejarme caer a un costado. Y sonreír diciendo.
    
    —Que mujerona tiene el primo, con razón cumple todos tus caprichos, él y tu amante la deben pasar muy bien.
    
    —Ya tuvo lo que quería, váyase —me respondió en medio del llanto, mientras se bajaba de la cama y daba pasos des ubicados.
    
    Yo la miraba y me reía, ella me miraba, pero cuando salió de su transe entro en un ataque de histeria y empezó a gritar, como loca mientras se sacudía como tratando de limpiarse, salió corriendo de la habitación, y bajo las escalas, yo me pare, salí tras ella y la alcance intentando salir a la calle, por fortuna tenia para mí la puerta tenia pasador.
    
    La tome del pelo, con una mano mientras con la otra le tapaba la boca.
    
    —Cállate ...
    ... estúpida, ¿para dónde crees que vas? Mmm, ¿te quieres morir maricona?
    
    La arrastre hasta la sala. Mientras le decía.
    
    —Te vas a quedar calladita, así como yo me quede calladito con lo de tu otro maridito, y te calmas o te calmo a golpes.
    
    —Nooo, no me pegue más por favor, solo váyase.
    
    —Eso está mejor, mamacita. Ahora vas a ir a la cocina y me vas a traer algo de tomar, estoy con mucha sed.
    
    La empuje y le di una palmada en las nalgas, ella me volteo a mirar y me dijo.
    
    —Por favor váyase, no me atormenté más.
    
    —No me escuchaste estúpida, tráeme algo de tomar.
    
    Alce mi mano para amenazarla y ella trato de cubrirse.
    
    —No por favor no me pegue.
    
    Y salió para la cocina, mientras caminaba yo la observaba y con solo ver ese par de nalgas, esas piernas y esa cintura, mi pene de nuevo quería entrar a la fiesta, pues una cosa era haberla viso en las fotos y otra tenerla ahí en vivo, que hembra más deliciosa.
    
    A los pocos segundos salió de la cocina con una cerveza en lata, y mirándome muy asustada dijo.
    
    —E… e… esto es lo único que hay, tómesela y márchese, que ya casi viene la empleada.
    
    —Cerveza, perfecto, pero el que da las ordenes soy yo Marcelita, ¡ven acá!
    
    Ella me la entregó muy temblorosa, yo la recibí, la destape y me di un sorbo, luego la tome del antebrazo y la lleve al comedor.
    
    —Ves como si puedes ser una buena mujer. Acuéstate en la mesa. Yaaa.
    
    Ella me miro, y me obedeció, yo me acerque le derrame un poco de cerveza en los senos y se los empecé a ...
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