43.1 Las deudas son para pagarlas
Fecha: 25/02/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... Tenías que hablarlo con Evans, él le conoce muy bien.
-No quiero meter a Evans en este problema que es mío, ya recurro para otras cosas a él, tengo que buscar la solución por mí mismo. –después de un rato salíamos para casa, el atraso en los relojes para la adaptación a la hora de verano en Europa, producía la falsa impresión de que el día era más largo cuando seguía teniendo veinticuatro horas. Al salir pasó su brazo por mi hombro y me apretó contra él.
-De todos modos, no es un gran problema, el poli no esta tan mal y puede hacerte feliz un buen rato. -soltó una carcajada mientras se reía como un tonto abrazándome más, sabía que era una broma de las suyas y sonreí, pero no me gustó.
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A media mañana del miércoles recibí una llamada de Joel, mi mentor, estaba ya en Bristol, se encontraba trabajando y comenzando a tener los primeros contactos con lo que iba a ser su labor durante los próximos meses, me dijo sin insistir, como si fuera una idea que tuviera sin concretar, que le encantaría tenerme colaborando con él en la puesta de marcha de la instalación.
Había estado dando vueltas en mi cabeza a lo hablado con Rafael ayer, tenía que negarme a cumplir los deseos de Faustin. No encontraba la fórmula mágica y solo veía la negación sin más motivo.
De una manera u otra tenía que resolverlo y olvidarme del asunto de una vez, no podía estar todo el día pensando en lo mismo, una cosa son los propósitos y otra el que puedas cumplirlos, seguía ...
... pensando en lo mismo cuando me encontré con Rafael en la Grand Place para tomar algo antes de coger un taxi que nos llevaría a la fiesta.
Había bailado alguna pieza con Paul que me llevó a la pista con prisas, ese día tenía ya dos compromisos de trabajo y no sabía el tiempo libre que le quedaría. Volvimos a nuestros asientos en la mesa y encontré a Telmo que antes no había visto, Rafael estaba desaparecido.
-¿No viene Faustin hoy? -me senté a su lado dándole un beso en la mejilla.
-Seguro que vendrá, aunque se retrase un poco. –me debió ver un poco nervioso.
-¿Qué te sucede?, te veo inquieto y sudoroso, supongo que por el baile, Paul te exige como si estuvieras todos los días ensayando como él. –me acerqué a él y le hablé quedo al oído.
-Tengo que hablar con Faustin. –le expliqué a grandes rasgos lo que pretendía y que no sabía cómo enfocar mi negativa, sujetó mi brazo y me giré. Faustin estaba en el mostrador, al principio de él; notaba su mirada puesta en nosotros, mejor dicho, puesta en Telmo, como si el ángulo de su mirada se hubiera reducido a pesar de la distancia y a mí no me viera, no estaba en su punto de mira.
Telmo se levantó para ir hacia él y yo le seguí, permanecía sentado en un taburete alto con un ancho vaso del que bebía y mantenía constantemente en su mano.
-Me alegro de que otro cliente no te haya reservado, pensaba que estarías trabajando, mejor así. –se dirigía a Telmo en exclusiva y me ignoraba como si no existiera y fuera un papel tirado ...