43.1 Las deudas son para pagarlas
Fecha: 25/02/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... en el suelo. Me miró despectivo, en un proceder que no era el habitual de otras veces.
-¿Ya te has cansado de bailar? -por fin se dirigió a mí.
-Tenemos que hablar, creo que no voy a poder cumplir tus deseos y tenemos que encontrar otra fórmula de resarcirte. –me miraba sin deseo alguno o no lo mostraba.
-No hay otra manera, para mí no, pero puedo escuchar tus propuestas. -había comenzado a acariciar el trasero de Telmo con desgana y este se apoyaba en su pierna pasando su mano por ella.
-No es mi idea el obligarte a hacer lo que tú no desees. Tú verás lo que interesa, estás en tu derecho y eres libre de no cumplir tus compromisos…, -calló un momento mirándome con fijeza, en su boca flotaba una abyecta sonrisa.
-También deberías tener en cuenta que tu amigo pertenece al grupo de los débiles…, es vulnerable y puede ser que la próxima vez no tenga tanta suerte. -es un chantaje lo que pretende pero tiene toda la razón. Parecía divertido al verme en una posición de desventaja y jugaba a someter mi voluntad. Mi amor propio pudo más.
-Está bien será como desees, ¿te parece que sea ahora, en este momento? -Telmo se había separado de él y nos miraba nervioso.
-No te preocupes precioso, no has perdido a un cliente esta noche, seguro que a Daniel le encantará ver tus dotes de seducción y aprender de ti lo que me gusta. –creí ver una sonrisa de satisfacción en su cara.
-Voy un momento al aseo, ¿me acompañas Daniel? -entendí que deseaba que fuera con él y ...
... le seguí hasta los aseos del personal.
Me miró de frente en la zona de lavabos.
-Tienes que prepararte, a veces es violentó y no te va a mimar y permitir que te relajes, ni siquiera para recibirle cuando te la meta, le entretendré mientras preparas tu culo, tiene una verga muy gorda y la usa sin piedad con el que tiene debajo suyo.
Me dejó solo con una crema que me entregó, me la apliqué y estuve unos minutos metiendo mis dedos en mí ano dilatándolo, no resultó costoso, era una crema especial, dilatadora entre otras funciones. Cuando volví Telmo está cumpliendo con los preliminares de su trabajo y se frotaba erótico contra el cuerpo de su cliente.
Se separó y adelantó unos pasos para venir a mi encuentro, me sujetó de la mano y nos colocamos al lado de Faustin, este no se movió del mostrador hasta que terminó su consumición consiguiendo que mis nervios estuvieran estrujándome el estómago.
La habitación a la que me llevaron era parecida a las que estaba acostumbrado a ver en los monitores que tenía Lucas en su despacho, algo más grande, moderna y lujosa, con una zona de estar y una inmensa cama en su centro.
Telmo debía saber muy bien cuál era su función, abrió un mueble bar y preparó una bebida que entregó a Faustin, este había tomado asiento en una de las butacas y se la cogió comenzando a beber, escanció una bebida desconocida para mí en otras dos copas y me ofreció una de ellas.
-No, no me apetece beber. –Telmo seguía con la copa en su mano sin ...