-
43.1 Las deudas son para pagarlas
Fecha: 25/02/2020, Categorías: Masturbación Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... sobre el cuello, después de colocarse su ropa, se quedó mirándonos un momento. Seguíamos arrodillados en el borde de la cama, con nuestros culos desmesuradamente abiertos, el mío aún boqueando de deseo no satisfecho y escuchaba los gemidos de Telmo. -¿Te creías superior a las zorras que hay aquí? Eres peor que ellas, a partir de ahora ya sabes lo que es un macho y puedes tenerme cuando quieras. –continuaba riendo cuando atravesó el dintel de la puerta y la cerró a sus espaldas al salir. -¡Bastardo! -fue el murmullo que se escapó de mi boca cuando cerró la puerta. Con mi bóxer que tenía colgado del cuello, donde había caído rezumando de su leche, limpie mi culo del que manaba su semen y me dejé caer al lado de mi amigo. Telmo se giró hacia mí y acarició con su mano mi rostro, pasaba el dorso de su diestra hasta llegar a mis labios, se acercó y beso la comisura de mi boca donde segundos antes depositaba sus dedos. -No sé cómo puedes soportar a un tipo tan infame. –volvió a besarme de nuevo y se apartó de mi para mirarme a los ojos. -Siempre no se porta tan brutal, te quería humillar y por eso ha resultado tan bestial su trato. –lloraba de rabia por dentro y tuve que morder mi labio para no gritar de cólera. Claro que me había humillado, y me había hecho ver cuán bajo había caído en mi autoestima y orgullo, me juré que nunca más volvería a ser de él, aunque no quedara otro hombre en el mundo no volvería a sentirme tan indigno y despreciable. Temblaba sollozando de rabia y humillación y Telmo quería consolarme acariciando mi pecho. -¿Has visto, como nos ha tratado? Como si fuéramos objetos, ha descargado su leche en nosotros y nos ha dejado tirados. –Telmo permanecía en silencio acariciando mi abdomen.