54.2 Sin complejos ni obsesiones y Fin
Fecha: 03/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... la mano con Gonzalo que no le prestaba atención, solamente un rápido vistazo fue suficiente saludo. Tenía la misma toalla que le entregué enroscada en la cintura, con el torso desnudo y me quité la cacheta imitando a Gonzalo, las dejé sobre el respaldo de una silla y volvía al sofá donde ahora los dos miraban el partido.
Me senté sobe las piernas de Nico y él me abrazó, comencé a acariciarle el pecho y jugar con los pelos que tenía tan bien puestos y a besarle pasándole la lengua por la piel.
-¿Qué sucede? ¿Es tan grave? -besé tiernamente su boca mientras seguía acariciándole el pecho.
-Pues nada, que tengo que irme a Dubái.
-Pero eso está muy lejos, ¿a qué vas allí? No tenéis trabajos que hacer, ¿o sí?
-Mi padre ha firmado un convenio con una empresa americana y nuestro estudio de Londres para montar un complejo de desalinizadoras.
-Volverás en poco tiempo, eso es trabajo para ingenieros.
-Te olvidas de los edificios, alguno no serán simples naves industriales. –le notaba preocupado realmente, como ya me había dado cuenta cuando le vi a la mañana.
-Será poco tiempo y podrás venir, también podemos ir nosotros. –miré a Gonzalo que había bajado el volumen de la televisión y ahora nos miraba a nosotros.
-Deja de pensar en el trabajo y bésame. –abracé su cuello y me elevé para unir nuestros labios y exigirle con mi lengua que abriera la boca, cerré los ojos para gustar las sensaciones que sus labios me transmitían. Sentía en mi trasero la humedad de la ...
... toalla mojada y las manos de Gonzalo quitándome los calcetines y tirando de mi pantalón.
Le ayudé en su labor retorciendo el cuerpo, me quitó también el slip y al bajar el culo tenía la verga de Nico debajo, caliente y suave como un nido que acogía mis nalgas posadas sobre su polla y los pelos de su pubis.
Adivinaba como Gonzalo se iba desnudando y se arrodillaba al pie del sofá para cogerme la polla y meterla en la boca. No perdía el contacto de mi boca con la de Nico. Y un minuto más tarde eran tres las que nos disputábamos el placer de atrapar una lengua para lamerla.
Después de una sesión de besos, donde recibía más que daba, se sentaron los dos uno al lado del otro, y mientras ellos se besaban, arrodillado mamaba alternando las dos vergas de mis hombres, a veces acariciaban mi cabello, y la espalda y al que no chupaba el pene se inclinaba para llegar con su mano entre mis nalgas y poder acariciarme el ano.
Para ellos dos no había sido fácil besarse o acariciarse, pero al fin el deseo sexual los había llevado a hacerlo.
Gonzalo se levantó y me cogió en sus brazos para llevarme al dormitorio, me dejó sobre la cama y se tumbaron a mi lado, comenzó a desabotonarme la camisa mientras Nico me abría las piernas, las elevaba y comenzaba a lamerme el culo.
Su primera lamida hizo que temblara y Gonzalo sacó una risita.
-Se ve que sabe muy bien como comerte el culito. –le ayudé para sacar los brazos de las mangas y antes de caer sobre la cama abracé su cuello ...