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Noche de pasión en Lisboa (III): Sacando de apuros a Amália
Fecha: 07/03/2020, Categorías: Gays Autor: alfredo1257, Fuente: CuentoRelatos
... mujer de la familia y los tratos que usted tiene con la familia de ese indeseable. Si en lugar de hacérselo a Amália, se lo hace a Paulinha y lo pillo, lo envío dos meses al hospital. —De ninguna manera vas a salir de esta casa hoy, faltaría más – dice la esposa, mirando a su marido con una mirada de furia y tuteándome por primera vez. También observo que me mira a mí con una mirada que solo he visto en su hermana, en ocasiones, digamos especiales. Amália se da cuenta y le lanza a su hermana una mirada con la que le dice claramente “no se te ocurra ni pensarlo”. Acordamos mantener el secreto de lo sucedido y dar orden al servicio que no lo comenten para que los novios no lleguen nunca a enterarse y tengan un bello recuerdo del día más feliz de su vida. Yo no las tengo todas conmigo y supongo que el tal Héctor encontrará la manera de manchar el recuerdo de los novios. Pasan las horas y cenamos en compañía de los padres de la novia. Cuando nos vamos a retirar a la habitación, Ana María me pone la mano en la nuca, igual que hace su hermana y me pongo en guardia esperando un “beso asesino”, pero me besa en el pómulo, eso sí, manteniendo el contacto de sus labios un tiempo más prolongado de lo normal. Mientras nos dirigimos al dormitorio Amália me va comentando —Alfredo, como has visto, mi cuñado es un tipo que antepone el dinero a su familia, pero en este caso el dinero es de nuestra familia. Su matrimonio no va bien y han acordado no resolverlo hasta que la niña ...
... no se hubiese casado, probablemente se divorcien en poco tiempo. He visto cómo te ha mirado mi hermana y solo te pido que no le hagas daño. Haced lo que queráis u os apetezca, pero por favor, no la dañes. Sé que no necesitas mi permiso, pero me gustaría que no te aprovechases del momento por el que pasa. —Tranquila, cielo, sabes que de esta casa, la única mujer que me interesa, eres tú. —Gracias. Y ahora pasa, que tenemos una cuenta pendiente, tenemos que revisar la factura del coste de este viaje de improviso. Y te advierto que llevo casi dos días ahorrando para el pago. Entramos en el dormitorio y colocándose de espaldas a mí, me pidió que le bajase la cremallera del vestido, y así lo hice. Ella dejó caer el vestido al suelo y se apoyó en mi pecho. Solamente llevaba un sostén transparente y las bragas tipo calzón que ya conocía. La abracé acariciándole los pechos sobre el sostén y noté como sus pezones se endurecían. Echó la cabeza atrás sobre mi hombro y aproveché para besarla en el cuello mientras continuaba jugando con su pecho. Mientras tanto bajó su mano y acariciaba mi miembro por encima del pantalón. Yo estaba ya dispuesto para hacerle el amor. Se separó de mí, saliendo del ruedo del vestido y mientras yo me quitaba la chaqueta y la corbata, ella se dedicó a mi ropa de la parte inferior. Me quitó, como era su costumbre el pantalón y el calzoncillo de un solo movimiento, mientras que yo me quitaba la camisa. Introdujo su miembro en su boca y el espectáculo del ...