De la nieve al fuego
Fecha: 10/03/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Joder, tengo los cojones pelaos de frío. La nieve será la hostia de bonita para ponerla en postales y mirarla desde casita, pero cuando estás debajo de ella, me cago en diez… Si esto me lo dicen a mí hace cuatro meses, me río en la cara del que sea, aunque fuese San Pedro que hubiese bajado del Cielo sólo para eso. Golpeo el suelo con las botas, intentando que me corra algo de sangre por los pies, porque apenas siento los dedos, y decido ponerme a dar paseos. Sé que así llamaré más la atención, pero es eso o que me corten los muñones. Doy la vuelta por el edificio de la biblioteca, hay un par de chicas más adelante, y a una de ellas la conozco, así que me doy la vuelta para rodear el edificio por el otro lado… si me acerco más a ellas, la chica me llamará para saludarme y es posible que quiera fiesta conmigo, y no me apetece ponerme a dar excusitas, no después de llevar una hora bajo la nieve. Hoy el Rompebragas está en huelga de polla caída. Al menos, con esas… porque si me dejaran coger por banda a la que yo me sé, no iba a poder cerrar las piernas en dos semanas.
Precisamente la veo a través de las ventanas de la biblioteca ahora, mientras voy caminando. Apenas queda gente ya en el edificio, y ella está en el mostrador, anotando devoluciones de libros, absorta, toda seriecita ella… Arnela. Un nombre feo, y una chica más fea aún. Pero sólo cuando hace de bibliotecaria, cuando está conmigo y se quita esas enormes gafotas de pasta y se suelta el moño de grulla vieja, ...
... entonces es guapísima. La más guapa que he visto nunca, por más que me reviente reconocerlo. Este maldito ratón me las está haciendo pagar bien.
Desde que me la tiré, dejó a Pedrito, que fue mi mejor amigo, se ha mudado a la residencia de estudiantes y dice que quiere conocerse a sí misma. Y no me ha dejado volverme a acercar. En un principio yo ni quería, la verdad, porque su tío es el Decano y bastante enfilado me tiene, pero pensé que había dejado a Pedro por mí, y me pareció feo no darle un reenganche por lo menos… bah, no sé a quién coño quiero engañar. Derrótate, Rino, que ahora no hay nadie escuchándote. La niña perfecta te tiene encoñado, y punto. Joder, no me pasaba esto desde los catorce…
El caso es que fui a verla poco después de que ella le diese la patada a mi ex mejor amigo, y tenía otra patada preparada con mi nombre. Con muy buenas palabritas y mucha cortesía, pero que verdes las habían segado, "compréndelo, no le he dejado para lanzarme en tus brazos, sería muy rastrero", me dijo. "¿y ponerle los cuernos conmigo, no te ha parecido rastrero?", le reproché, porque tengo defectos, y uno es el de tener una boca como la del Metro. Y se puso mustia y dijo que sí, que había sido rastrero. "Y precisamente por eso, no lo voy a volver a hacer. Necesito tiempo para pensar, necesito saber qué quiero y cómo soy yo misma. Me siento fatal por lo que hicimos, me siento miserable… fue agradable, desde luego, pero también fue una canallada para Pedro, y eso que él no sabe ...