1. 49.2 Un nido para amarnos


    Fecha: 11/03/2020, Categorías: Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... la acera tan atento como siempre y pude despedirme de Samy.
    
    Me senté un rato con los abuelos para tomar un té con ellos, el beso a los dos se había convertido en norma, y hoy que Gonzalo no estaba, lo necesitaban más.
    
    -Voy a ir a nadar un rato mientras Gonzalo trabaja. -me había llamado para decirme que llegó bien y ya estaba con Haral.
    
    -Daniel, llévate a Borja contigo, siempre está trabajando el pobre chico. –miré a la abuela y me enterneció que estuviera preocupada hasta ese punto por él, claro que sus relaciones continuaba sin entenderlas.
    
    -Lo haré abuela, voy a cambiarme de ropa y recoger mi bolsa. –tuve la suerte de encontrar a Wes en mi habitación y tenía lo que debía ponerme dispuesto, estaba con él un chico menudo de cuerpo y rasgos asiáticos, le miré un segundo, algunas veces le había visto en el comedor o en algún pasillo pero no sabía quién era.
    
    -Wes, por favor tengo que hablar con Borja, ¿donde está su habitación? -en lugar de contestar Wes lo hizo el oriental.
    
    -El señor no está en su habitación, está en el despacho del señor mayor. –eran dos señores a los que había aludido y coloqué al primero la cara de Borja y al segundo, el mayor, la del abuelo.
    
    -El es Danilo y se ocupa del ala de la casa de los señores mayores y el señor Borja. –al menos Wes daba una ligera explicación.
    
    -Pues llévame hasta él señor. –le pedí a Danilo, éste me guió, con un andar que parecía que no tocaba el suelo, como si fuera sobre un colchón de aire, hasta una ...
    ... puerta por la que había pasado anteriormente, cerca de donde tienen su sala los abuelos y tocó con los nudillos, escuché al otro lado la voz de Borja, miré a Danilo que me sonreía feliz.
    
    -Gracias Danilo. –me hizo una breve reverencia, me gustaba el oriental con su cara redonda de niño.
    
    -Vengo a rescatarte. –Borja me miraba desde un inmenso escritorio al lado de un ventanal con las cortinas corridas, y tenía una lámpara de pie encendida al lado de la mesa, miraba atento la pantalla de un ordenador igual al de mi escritorio.
    
    Me hizo un gesto con la mano pero continuó con su trabajo y me acerqué, me coloqué detrás de él, estaba mirando una tabla de Excel con muchos números, era una tabla de simulación de operaciones. Al cabo de un momento la guardó y la envió por mail, vi que era la dirección de correo de Gonzalo.
    
    -Disculpa Daniel, lo estaba esperando Gonzalo, dime lo que quieres. –me miraba desde el asiento levantando la cabeza y me incliné para darle un breve abrazo pasando mi brazo por su hombro.
    
    -Sacarte de aquí, ¿no te apetece venir a nadar un rato? -como me miraba dudando añadí. -Es un encargo que me ha hecho la abuela. –sonrió ampliamente.
    
    -Encantado de ir contigo, aunque se lo agradezco también a la abuela, me preparo y te recojo a la salida en su sala. –Wes me ayudó a vestir y unos minutos después estaba en la sala de los abuelos esperando a Borja que llegó enseguida.
    
    En los vestuarios, mientras nos desnudábamos en una cabina los dos, como hacía con ...
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