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El Profesor (Final)
Fecha: 17/03/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... más apetecible. Llevábamos más de un mes sin sexo. No sé el motivo ni el porqué, pero ninguno presionaba al otro. Fue un mes intenso en el cual nos conocimos en niveles impensados para cualquiera. Creo que hicimos el amor de la manera más pura que pudiera existir: con el cuerpo vestido y el corazón desnudo. Pero creía que ya era hora de hacer algo más, y ese momento de entrenamiento cada vez me convencía más de eso. Se había quitado la sudadera porque estaba húmeda y su abdomen trabajado y bronceado relucía con esa sexy capa de sudor. Las ganas de lamer sus perfectos oblicuos y sus hermosos abdominales, no cabían en mi cuerpo. La tela de su pantalón deportivo se adhería sin dejar mucho a la imaginación. Podía ver un bulto cilíndrico entre sus piernas, y distinguía perfectamente la curva de sus duras nalgas. Se recostó en el pasto y pasó sus brazos por detrás de su cabeza. Cerró sus ojos e inspiró profundamente, pudiendo ver cómo su caja torácica se expandía marcando sus costillas y músculos. Me encantaba la forma en que sus bíceps se marcaban en esa posición. Caminé y me acosté al lado de él para poder recuperarme un poco. Adopté su misma posición y procedí a cerrar los ojos y disfrutar de la fresca sombra de los árboles. De pronto los abrí al escuchar que se movía. Me miró, luego sonrió, y procedió a apoyar su cabeza sobre mi pecho. De forma automática llevé mi mano a su cabello y comencé a darle un tierno masaje consiguiendo un estado zen de relajación. Un grupito de chicas ...
... pasó unos metros más allá de nosotros y contemplaron con deseo a Rocco. Él les sonrió de esa forma coqueta que sólo él puede hacer, logrando que las chicas comenzaran a reírse muy fruncidas. A continuación tomó mi mano y la besó con ternura, para luego guiñarme el ojo causando que una ola de adrenalina corriera por mi cuerpo, y también provocando que las chicas quedaran en estado de shock. -Eres muy cruel –le dije-. Les diste esperanza y se la quebraste en un segundo. -Pero fue gracioso ¿o no? –preguntó con una sonrisa chula. -Bueno, sí –reí-. Pero no está bien. -Pero fue gracioso –dijo zanjando el tema. Luego se paró y sacudió su pantalón de restos de pasto seco y pétalos de flores. Me levanté y, de forma muy sensual, limpié sus hombros y su espalda. Se giró y me miró de manera muy intensa. Al instante supe lo que eso significaba. Lo besé de forma lenta y me separé mordiendo su labio. Intercambiamos una mirada de complicidad y tomamos nuestras cosas para ir rápidamente a la casa. Durante todo el camino continuamos con esa mirada de deseo y esa sonrisa provocadora. Mis ojos no podían despegarse de los suyos y eso me estaba provocando una insipiente erección. Cuando pasé por la puerta, Rocco me dio una nalgada que retumbó en el living. Lo miré y me lancé sobre él, tirándolo sobre el sofá. Rápidamente lo dejé mirando hacia abajo y le bajé el pantalón junto con el calzoncillo. Sus duras nalgas quedaron al descubierto y me mordí los labios. Amé el hoyuelo que se le formaba en el ...