1. La cárcel


    Fecha: 22/03/2020, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues

    ... suficientemente mal. Unos meses después, mi compañero de celda fue trasladado a Miranda donde residía su familia. Me había sumido en la impotencia cuando me entere de todo esto, sufría de ataques de pánico pero solo me quedo ser fuerte. El era lo más parecido a un amigo y sumado a esto, ya no tenía un protector que a cambio de favores sexuales me facilitará las cosas. Era una locura, el mismo que me violaba me ayudaba. Gracias a él, Diablo había dejado de buscarme y ahora gracias a mi mismo, estaba perdido en esta maldita cárcel sin nadie. -Espero que te vaya bien Diego, no te aconsejare porque nunca me escuchas así que chao-Dijo con la cara algo descompuestas y dejo en mis manos una cepillo de dientes con lo que parecía ser una hojilla, improvisando un chuzo. Como era de esperar mis miedos florecían de nuevo, sin protección y sin dinero quede a merced del grupo de Diablo. Pase a ser parte literalmente de las putas. Diablo era el pran de esta cárcel y aunque tenía enemigos igual contaba con la mayor cantidad de aliados, armas y drogas. Muchos de los guardias estaban comprados por él, maldita sea el dinero. Y así fue como pensé que quede en la celda de “Caraca”, uno de los tantos súbditos. El mismo me había elegido cuando llegue con mis cosas y no sabía que carajos hacer. Debía tener 23 años y para serles sincero no era agraciado, un flaco, de piel oscura, alto y cuando hablaba denotaba su poca educación pero la vida me había deparado esto. Sin llegar la noche me había puesto ...
    ... a mamársela, tenía una verga normal pero su dureza y una curva hacia arriba me dificultaban el trabajo. La rudeza con la que utilizaba mi boca me provocaban arcadas y con ellas un sinfín de babas. A diferencia de Chiquitín le gustaba jugar con su verga en mi cara. Lo bueno es que no pasaba mucho tiempo hasta que llegaba su leche directa a mi garganta y sentí alivio. Ese mismo día en la noche me obligo a chupársela de nuevo y siguiendo sus órdenes tuve que probar un porro, el cual fue como un golpe en la cabeza, me perdí entre su verga hasta de nuevo hacerlo acabar. Por recompensa a mis servicios antes de irse dejo en mis manos dos porros y un encendedor. Todo esto había sido un paseo con lo que venía, esa celda se había convertido en un puticlub. Aunque la cárcel necesitaba más celda ya que en algunos lugares convivían más de 10 presos, yo tenía esa celda para mi. A todas horas venían los amigos de Diablo y aunque había pensado que esa celda era la de Caraca me equivoque, el solo se encargaba de la puta preferida de Diablo el cual nunca me volvió a tocar, para eso les pagaba a los guardias para pasar prepagos que le hacían todos los servicios y cuando se antojaba de un culo virgen buscaba entre la carne fresca. Debía pasar casi todo el día desnudo dispuesto a lo que me hicieran. Sé que todos tenemos una opción pero hacer resistencia solo era agravar la situación, cuando mi primera violación casi no podía dormir del dolor no solo en mi culo sino en todo mi cuerpo. Entre en un ...
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