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La cárcel
Fecha: 22/03/2020, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues
... estado de depresión y eso sumado a las drogas que cada día me metía empeoraba todo. Era la puta especial para ellos y no lo digo por simplemente decirlo realmente es así, mi cara, mi contextura y hasta mis bellos, me hicieron el platillo más apetecible. Yo solo me dejaba hacer, cada vez necesitaba más de la anestesia que me provocaban las drogas. Fui convirtiéndome en un maestro del sexo ya que todos los días pasaban no menos de 20 personas por mi boca, culo o ambas. Debía cumplir un cronograma que incluían las comida, aseo y hasta hacer ejercicios. A diferencia de otros reclusos que los habían convertidos prácticamente en mujeres yo debía parecer, actuar y ser un hombre pero dispuesto a saciar la sed. Nunca volví a sentir una erección mientras tenia sexo a menos que me obligaran a tenerla como había pasado muy pocas veces o en las mañanas al despertar. La idea de todo era humillarme como el hombre que era aunque yo solo era un cuerpo dispuesto a todo, un espíritu partido. Su excitación se basaba en mi miseria, en mi dejadez en la rudeza de sus vergas cuando me penetraban y yo no podía hacer más que gritar. Hubo una vez que mas de 10 sujetos, no recuerdo bien, me rodearon. Era un fin de semana y uno de ellos estaba cumpliendo años, entre whiskey, sexo y mucha droga se celebró. Fue en el baño, yo estaba arrodillado en el piso bajo los efectos de una raya de cocaína esperando que la fiesta comenzara. Esos hombres me hicieron mamarles sus vergas hasta el cansancio, mientras ...
... uno me penetraba otro me daba de comer y mis manos masturbaban a los otros por turnos. Había prendido que mientras más placer le diera más rápido terminaría, esa era mi nueva ley. Acostado en un banco, hacían rayas de cocaína en mi cuerpo y las absorbían con sus narices. A mí me hacían oler constantemente desde sus vergas lo que me provocaba una sensación que he pensado que disfrute. Entre alcohol, coca y marihuana transcurrió la fiesta. No sé cuantas veces hice acabar a esos hombres pero recuerdo la sensación de la leche pegada a mi piel y saliendo de mi culo. Luego que esos hombres me utilizaron, yo estaba demasiado borrado me habían hecho consumir mucho no recuerdo muy bien por esto mismo, tal vez haya sido mi imaginación pero me vienen imágenes de dos guardias que me utilizaron como favor por la fiesta, no recuerdo sus caras pero me vienen dos personas en uniforme. Situaciones como estas se repitieron una y otra vez, era intocable pero a la vez estaba perdido. Me hice adicto a la cocaína y todos los días obtenía mi dosis, estaba acostumbrado al sexo y a donde quisieran que fuera iba para tenerlo. Las conversaciones que tenia con prácticamente mis dueños eran como “mamela”, “tomate la leche” o “abre ese culo” algunos travestis hablaban conmigo en descansos pero nada en profundidad. Como todos los excesos y la sed por poder nunca trae paz, mucho había durado esa tranquilidad. Había comenzado la guerra entre el grupo de Diablo y Paco, fueron dos días de tiroteo, puñaladas y ...