1. Un amante para Gema


    Fecha: 28/03/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... acariciándose las tetas de forma lasciva.
    
    ― ¿Y Tú? ¿Quieres hacer un trío o sólo nos miraras? ―me preguntó con maldad.
    
    ― ¡Síííí! ―gemí excitado.
    
    ― Sí, ¿qué? Dilo claramente. ¡Quiero oírlo! ―exigió Gema sin dejar de masturbarme.
    
    ― Quiero que te follen, maldita cabrona, y que grites de gusto.
    
    ― Lo sabía ―contestó antes de metérsela en la boca.
    
    En animal anda suelto:
    
    “Hola Róber. ¿Puedes quedar antes de la salida del cole? Ciao. Gema.” Éste fue el mensaje que Gema me envió por Whatsapp.
    
    Gema y yo solíamos hablar en la puerta del cole de esa locura que implica ser padres, siempre con niños de por medio. Así que a pesar de ser la primera vez que Gema me proponía quedar a solas supuse que querría discutir de algo del cole.
    
    Quedamos en una cafetería cerca del colegio, pero en lugar de sentarnos en la terraza para disfrutar del sol pasamos dentro. Eso ya me inquietó.
    
    Estaba radiante. Llevaba una combinación infalible, camisa blanca y Levi’s 501.
    
    ― Bueno Róber, tengo que contarte algo y ya es bastante complicado como para además andarme con rodeos ―dijo un poco abrumada.
    
    ― Si es lo de los Reyes Magos, ya lo sé ―bromeé.
    
    ― Jo. Si vas a hacerte el gracioso, pasó del tema ―me recriminó.
    
    ― Vale, vale. No era mi intención. Dime.
    
    Gema me miró buscando las palabras adecuadas.
    
    ― Quiero que te acuestes conmigo ―dijo a bocajarro.
    
    ― ¡Hostia! ―me había dejado seco del primer disparo.
    
    Gema era una mujer muy interesante, y no sólo porque fuera ...
    ... de esas que se esfuerzan en seguir siendo atractivas después de los cuarenta, si no porque tenía algo especial. Gema era irónica, práctica, ingeniosa y siempre estaba tratando de burlarse de los hombres, utilizándolos como muñecos de vudú. Pero sinceramente, Gema acababa de dejarme fuera de juego.
    
    ― ¿Quieres acostarte conmigo? ―repitió.
    
    Sé que hay hombres que habrían salido corriendo de allí, sin embargo yo nunca he rechazado una petición de una hembra de su categoría, y menos una tan concisa y directa.
    
    ― Sí ―respondí.
    
    Entonces Gema me explicó el extravagante capricho de su marido, que deseaba verla haciendo el amor con otro hombre. Luego confesó que yo le gustaba y que quería que yo fuera su amante, pero había un problema. Su marido no quería a alguien de su círculo, así que no debería enterarse de que Gema y yo nos conocíamos.
    
    Por increíble que parezca, Jose, que así se llama su marido, había puesto un anuncio en una página web de contactos para elegir al hombre que se acostaría con ella. Por tanto, si quería acostarme con Gema debería responder a dicho anuncio.
    
    La selección del amante:
    
    ― Casi no me lo creo ―le dije sinceramente a mi mujer.
    
    ― Y haces bien, aún puedo echarme para atrás ―dijo ella cortando mi júbilo de raíz.
    
    ― Al menos no te has negado de plano ―comenté.
    
    Esa misma noche mientras Gema leía sentada en el sofá yo puse un anuncio en una conocida página de contactos. Escribí el texto como si fuera mi mujer la que buscaba un amante sin ...
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