Follar a mi prima, un placer inesperado
Fecha: 04/04/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Luz Esmeralda, Fuente: CuentoRelatos
... alteres, que te conozco —respondió mi prima con toda la tranquilidad del mundo.
Sorprendentemente, ella parecía haber perdido la timidez y yo el bochorno que me atenazaba. Era tiempo de acelerar lo que fuere que tuviera que acelerarse; no lo tenía muy claro.
Así, dejé mi puesto y le pedí que lo ocupara, insistiendo en que adoptase la misma postura.
No tuve que esforzarme mucho, las cosas como son, ya que accedió antes de recurrir a la súplica.
Impaciente, limpié la verga realista con una toallita húmeda, se la di y Nuria no tardó en acechar con ella el portal de su sexo.
¡Dios!... Yo estaba al borde del colapso, inmóvil, expectante, sin perder un solo detalle; ella, por el contrario, sin levantar la vista de lo que estaba haciendo, alternaba el roce con tanteos espaciados, valorando los pros y los contras de introducirse aquello.
—¡Vamos, niña!, ¿te decides o no? —No soportaba que se lo pensara tanto—. ¿Estás esperando a que nos den Las Uvas?
—Dame tiempo, prima; sabes de sobra que mi chico no la tiene tan grande; mi coño no es como el tuyo, que te cabe casi de todo… Tampoco soy de las que juegan con estas cosas…
—Vamos, ¡que estás acojonada! —solté.
—¡Que hija de puta eres! —exclamó ella con una tímida sonrisa en el rostro—. Ya no me acordaba de tu viejo truco.
Con “viejo truco”, Nuria se refería a un recurso que yo empleaba con ella cuando éramos niñas, y que consistía en retarla, en picarla para que hiciera lo que no se atrevía. Entonces, si ...
... no recuerdo mal, creo que saqué la idea de la película “Regreso al futuro”, cuando los gamberros provocaban a Marty McFly llamándole “gallina”.
Mi artimaña, que en teoría parecía haber resultado, en realidad fue un rotundo fracaso. Sí, mi prima se metió a Goliat hastala cintura,por decirlo de algún modo, pero lo hizo, como suele decirse vulgarmente, “porque le salió del chocho”.
En todo caso, lo importante era la consecución del objetivo fijado, y no la intención o el método utilizado.
Así disfruté, más contenta que un enano con zancos, con el espectáculo que ella me brindó. Y es que, una vez logró que la polla realista entrara del todo, se fue animando hasta que las penetraciones fueron una constante; cada vez más rápido, girándolo en un sentido cuando entraba y en el otro al salir. Sin embrago, y aunque yo estaba más que satisfecha, algo en mi interior me impulsaba a no desaprovechar la ocasión que me había caído del cielo.
Di el primer paso acompañando su mano con la mía. Luego, una vez tuve la certeza de que a Nuria no le importaba, me arrodillé a su lado y, sin dejar de hacer lo que hacía, me incliné sobre ella y le lamí, besé y mordí el pezón izquierdo, el más accesible para mí, empleándome con calma, ternura y dedicación, como solo las mujeres sabemos hacer entre nosotras.
Sobra decir que ella lo agradeció con leves movimientos, con gemidos que acariciaban mis oídos, con… ¡Uf! No recordaba haberme puesto nunca tan cachonda con una fémina. Ni siquiera en ...