1. SECUESTRADA (2)


    Fecha: 04/04/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: noespabilo, Fuente: SexoSinTabues

    ... como para perder el control. No sé como acabé aquí. ¿Tú sabes dónde estamos? — No Diana. Se cuidan muy mucho de su seguridad. Les va en ello años de cárcel. Todo esto es ilegal. Pero son gente muy poderosa. El dinero da poder, el poder impunidad, la impunidad vicio y perversión… Anda come algo. Algún día acabará esto. Comemos las dos y nos acostamos para descansar. Dormimos abrazadas. El calor de su cuerpo me reconforta. Es una niña. Recuerdo a mi niña… Lágrimas. Beso la frente de Diana. Me duermo. Pasaron unos días en los que se nos utilizaba de tanto en tanto para disfrute de lo que supuse amistades de la dueña mi "ama". Pero tras algunos días de tranquilidad, de nuevo nos llevaron al club donde se nos sometía a tratos degradantes. En esta ocasión nos obligaron a lamer nuestros sexos en un sesenta y nueve, dentro de una piscinilla de plástico, como las que se utilizan para niños. Luego nos colocaron en posición para ser penetradas por los presentes. Con las capuchas puestas no podíamos ver nada, pero si sentíamos los golpes, palmadas en los pechos, las nalgas, pellizcos por todo el cuerpo… Pero de pronto algo cambió. Nos regaban el cuerpo con algo caliente… Se orinaban sobre nosotras. Nos abrazamos y dejamos que cubrieran nuestros cuerpos, nuestras cabezas, con su pis. De nuevo en la casa con nuestra ama, de vuelta a la rutina. Se nos utilizaba como objetos, éramos esclavas sexuales. El ama nos obligaba a chuparle los pies, el sexo, el culo, las axilas. Se divertía ...
    ... penetrándonos con los objetos más variados. Nuestra ama se acostaba en una gran cama metálica con adornos dorados. La pieza de los pies estaba formada por dos tubos verticales coronados por adornos en forma de esferas de unos siete centímetros de diámetro. Nos obligaba a colocarnos cada una en uno de los adornos para penetrarnos con ellos, por la vagina y por el ano, alternativamente. Ella, desnuda, como nosotras, se arrodillaba ante cada una de nosotras introduciendo sus dedos, a veces su mano en el orificio que quedaba libre. Mientras una de nosotras nos montábamos en el tubo, la otra, tendida en el suelo lamia los bajos de la mujer hasta que se corría como una perra. Era un momento peligroso, ya que con la emoción a veces olvidaba que con sus ingles cubría la boca y la nariz, hasta casi llevar a la asfixia a la que nos tocara estar debajo. Paso algún tiempo. Al parecer "actuábamos" en el club un día a la semana. Cada vez era distinta, alguna mente enferma proponía las atrocidades a que nos sometían. Un día algo cambió. Me llevaron ante la mujer acompañada por otra gente. Supuse que sería como en otras ocasiones, me follarían, algún que otro golpe… Pero no, esta vez fue distinto. Tras el toqueteo habitual, penetración manual por todos los orificios… Hablaron de precio… No pude oír cual fue pero lo aceptaron, me vendieron, como si fuera un mueble, un animal… De nuevo el mismo juego. Vaso de refresco, drogada y despertar en otro lugar, no sé cuánto tiempo después. ¿Estaba condenada a ...
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