Vicios ocultos - Pablo
Fecha: 10/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... casi todos los días…
-¡Hola, mama de Pablo! Estás hoy más guapa que otras veces. -mamá dejó escapar su cantarina risa, se dejaba adular por un chico de la edad de su hijo.
-¡Ohh, cari!, tu sabes tratar a las chicas y no este hijo que tengo. -desde luego mamá era muy ligera de cascos, pero a mi me gustaba que fuera si, dispuesta siempre a escucharnos y disimular que se preocupaba por nuestras cosas, y a la que mis amigos adoraban aunque se hicieran pajas pensando en ella.
-Belén, -así se llama mamá- dejarás que Pablo me acompañe el fin de semana, estoy solo con mis hermanos. -mamá explotó en risas.
-Los recogemos y os venís con nosotros, no me importa tener niños tan adorables.
-Gracias Belén, pero Javier esta en la cama y no podrá ser esta vez. -entonces mamá se puso seria.
-Pablo tiene que estudiar, uno de vuestros profesores me ha llamado para darme un toque de atención.
-¡Por fa!, déjale pasar esta noche, yo te lo entrego el sábado, lo acompañaré para que no se pierda. -parecía que dudaba pero yo sabía que le consentiría a Fer su capricho y éste también lo sabía.
-Vale, conforme, pero mañana tiene que estar en casa para el mediodía. -mi amigo por conseguir lo que deseaba empleaba todas sus artes de seducción con mi madre y conseguía de ella lo que para mi era más difícil.
Ibamos por la enorme Avenida que nos dirigía directo hacia el lago situado a la derecha, detrás de las propiedades. Desfilaban ante mis ojos las enormes mansiones, algunas ...
... ocultas entre el arbolado de las que apenas se veían sus fachadas o torreones más altos. Pasamos nuestra casa para llegar a la más impresionante de todas, la que pertenecía desde tiempo inmemorial, o desde siempre, a la familia de Fernando. Una de las pocas antiguas que había. La nuestra era relativamente moderna. Al otro lado de la Avenida también las había pero más modestas comparando ambos márgenes.
Mamá detuvo el coche delante de la gran verja de hierro y sin bajarse liberó las puertas para que saliéramos. Dejé la mochila y me acerque para entregarla un beso.
-Portaros bien, no quiero que Úrsula tengo queja de vosotros y saludar a los niños, no me puedo entretener para verlos. -se alejó a poca velocidad hacia nuestra casa que estaba cerca. Al otro lado de la calle miré la bonita casa un poco más abajo, donde vivió Asier con sus padres, eran otros tiempos, quizás más felices o inocentes.
Atravesamos el parque hasta llegar a la casa, en el porche nos espera Úrsula vestida de negro impoluto como siempre, con una chica uniformada que miraba con timidez a su lado. Úrsula me observó intensamente pero no vi desagrado en su mirada.
-Lara preparara la merienda para los señores y el joven Joaquín.
-Por nosotros no te preocupes, no tenemos hambre. -Fer hablaba por él, a mi no me hubiera importado merendar mientras hablaba con su hermano con el que me encantaba discutir, a pesar de la diferencia de edad razonaba como una persona mayor.
Pensé que mamá conocía muy poco de ...