La excursión (completa)
Fecha: 17/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... seis o las siete… que hay que aprovechar el día, que luego lo tiene toda la noche para ella, ¡coño!… y a tu madre, que la guarde para la cena, que nosotros no apañaremos con unos bocatas… además, tú y Andresito, si queréis volver a casa, podéis hacerlo andando, que solo son dos kilómetros… entonces ¿os vais?…. vale, y dile que a las seis o a las siete estamos allí… ¡venga!, que corto.
Luego se quitó la camiseta de tirantes y se tumbó en una toalla a tomar el sol… ¡menuda barriga!
Me di cuenta de que los calzoncillos de Esteban estaban puestos sobre un arbusto, secándose al sol, ¡supongo! Y me entraron unas ganas locas de ir hasta allí y quitárselos; y no me quedé con las ganas…
- ¡Espérame aquí un momento!, le dije a Raúl… ¡y no te muevas!, que no tardo mucho…
Me camuflé como pude y di un rodeo; y logré llegar hasta ellos. Con cuidado los cogí y me di la vuelta como si fuese un gato… y cuando estuve otra vez oculto en mi sitio, Esteban estaba saliendo del agua, completamente desnudo y seguido por el rubio, que le tocaba el culo, sin ningún pudor, y mirando a un lado y a otro; como si le preocupara que le viera alguien...
- ¿Que?… ¿te gusta?, le pregunte a Raúl…
- ¿Esto es lo que querías que viera?… ¡uff!, ¡no veas como está el tío!
- ¡Tranqui!, tu pon atención... que, a lo mejor, se anima la cosa…
Esteban se tumbó en la toalla y se colocó boca abajo
- ¡Néstor! ¿puedes darme crema en la espalda?, dijo; dirigiéndose al rubio, que se estaba secando y ...
... en ese momento el cincuentón se levantó y le contestó: ¡espera!... que ahora voy y te la pongo yo…
El rubio, (por lo oído) se llama Néstor... y, al ver que el cincuentón se prestaba a hacerlo, terminó de secarse... y se puso unas bermudas.
No obstante, se acercó a ellos, y se puso crema en las manos, para colaborar con el cincuentón; y situados. uno a cada lado, empezaron a sobarle, con las manos llenas de crema (supongo que de protección solar); sobre todo, y con más ahínco, en ese magnífico culo, tan deseado por ellos; que, por lo visto, se follaban a escondidas, siempre que podían.
Y, ¡la verdad!, a mi manera de ver, hacían muy bien. A un tío con ese cuerpo hay que seducirlo y follárselo sin miramientos de ningún tipo.
Claro está que, así, es como se empieza; poco a poco...
Concentrados en no perdernos nada de lo que le hacían esos dos golfos (aparte, de manosearlo, a base de bien), observamos que el rubio se coordinaba con el cincuentón, para que no le faltaran dedos en el culo, mientras le aplicaban la crema; por lo que el chico lo iba subiendo poco a poco y abriendo las piernas cada vez más. Así, estuvimos disfrutando de una vista muy placentera durante un buen rato; hasta que el cincuentón tiró de él y lo colocó de lado. Luego, se tumbó junto a él y comenzó a comerle el culo; con la colaboración del rubio que cogió una de las piernas y separándola de la otra hacia arriba, despejó el acceso a los huevos y a la excitante hendidura para el disfrute de su ...