La excursión (completa)
Fecha: 17/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... cuñado.
Las vistas eran inmejorables; y Raúl y yo, estábamos completamente absortos… pero, tuve la pésima ocurrencia de mirar el reloj, y no pude evitar el sobresalto...
Ya eran las dos menos cinco; y a pesar de estar cachondo perdido, mi cabeza me decía que era el momento de cortar y regresar a comer con todos. Después de todo, esos dos, debían de estar cansados (acababan de darle una caña tremenda) y aunque se veía que querían aprovechar bien el día, supongo que descansarían al sol en cualquier momento.
Se lo comenté a Raúl; y me costó un poco convencerle, pero al final conseguí que viera clara la situación…
- ¡Luego volvemos!, a ver si tenemos suerte y siguen por aquí, pero creo que es el momento de volver a comer, Raúl…
- Ya, pero ¿cómo hacemos?
- Tu dale a la cabeza... ya se nos ocurrirá algo…
Cuando fuimos a buscar la Galaxy, nos costó un poco dar con ella, y hasta nos pusimos bastante nerviosos… pero al final, pudimos llegar a comer antes de las tres. Estos ya habían comido ¡claro!
- ¡Que! ¡se te ha pasado el dolor de muelas, José! Dijo la madre de Raúl…
- Bueno, la verdad es que me ha bajado bastante con la aspirina que me han dado en el bar, porque en la farmacia no me han dado nada…
- La farmacéutica nos ha dicho, que cuando una muela duele, es porque hay infección; y lo que hay que tomar son antibióticos, pero ¡claro!, sin receta, no nos los podía dar…
- También nos ha dicho que, en Maqueda, hay un dentista que atiende los días de ...
... fiesta; así que hemos pensado en acercarnos después de comer.
- Os acercamos a casa de la abuela, a tomar café y nosotros vamos a Maqueda, no creo que tardemos más de un par de horas, ¿no, José?
Empezamos a comernos la tortilla de patatas y las chuletas de pavo que había llevado la madre de Raúl, que acompañamos con una pipirrana, que había preparado allí mismo y un tintorro de la zona que había comprado en el bar; mientras Laura y Dani, retozaban en la hierba….
Dani, que iba con pantalón corto, estaba ofreciendo todo un espectáculo; que me estaba poniendo malo. Y miré a Raúl, que se reía disimuladamente de mis caretos, metiéndole toda la prisa que pude con mis miradas asesinas… hasta que, por fin, terminamos.
- ¡Venga, que ya son casi las cuatro, mamá!… ¿vamos a casa de la abuela?, dijo Raúl…
- ¡Las cuatro, ya!, no me digas, hijo… ¡venga Laura!, dejad ya los besitos y subid al coche ¡caramba!
Con todos, bien colocados, en la Galaxy pusimos rumbo a Nombela, a casa de la abuela; y cuando llegamos allí, estuvimos un ratito con ellas, y nos despedimos (alegando, mi dolor de muelas). Volvimos a coger la Galaxy y nos pusimos en marcha en dirección al río.
Pero, pudimos oír la voz de la madre de Raúl, que nos pedía que no tardáramos mucho; ya que su padre nos esperaba en el bar, a las ocho y media, para volver a casa.
Esta vez, nos metimos por un camino que se encuentra, a la salida del pueblo, a la derecha, y que lleva al río; y aparcamos la Galaxy, junto a ...