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La reeducación de Areana (2)
Fecha: 24/05/2020, Categorías: No Consentido Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... tengo que esperar hasta la noche porque siempre toma un vaso de leche antes de irse a dormir. -Ok, teneme al tanto. En cuanto me llames salgo para allá. -¡Ay, Elena, te agradezco tanto tu ayuda! -Mi amor, para algo somos amigas… -fingió Elena mientras sonreía con malicia pensando en lo inminente del placer que sentiría con la reeducación de Areana. -Oíme, Elena… -Sí, decime. -¿No querés venirte ya? Me voy a sentir más confiada si estás vos. -Me parece perfecto, Eva. No tengo nada planeado para hoy, así que en una hora estoy ahí. -¡Ay, gracias, gracias! -¿Qué hace tu hija ahora? -Se está duchando. Elena imaginó a la adolescente desnuda y bajo la ducha y un estremecimiento la sacudió de pies a cabeza. -Nos vemos en una hora. Dijo con la voz algo enronquecida y cortó la comunicación. De inmediato llamó a Amalia. -Acabo de hablar con Eva y quedamos en que voy para su casa. -Muy bien, ¿y entonces? –preguntó Amalia. -Bueno, que estaremos atentas y a la primera oportunidad le hacemos tragar ese polvito. Me dijo que como mucho serà esta noche, porque la pendeja siempre toma un vaso de leche antes de acostarse. -Mmmmhhhhhhh, no se confíen. Traten de dárselo antes, no vaya a ser que la turrita salga esta noche. -Tenés razón, no lo había pensado. En una hora estoy en lo de Eva y trato de doparla cuanto antes. -Bien. Acá con Milena y Marisa estamos impacientes por recibirla. -Y yo estoy impaciente por llevártela. -Bueno, ...
... estamos en contacto, putona. -Por supuesto, zorra, jejeje… Y ambas cortaron la comunicación en el preciso momento en que Areana salía del baño y envuelta en un toallón se dirigía a su cuarto. Eran las seis de la tarde. -¿Querés tomar algo? –tanteó Eva. -Una Coca Cola. -contestó la chica justo antes de cerrar la puerta de su habitación. Eva sintió que su corazón aceleraba el ritmo de sus latidos. Fue a la cocina, sacó de la heladera una botella de la gaseosa, echó un poco del contenido en un vaso, vertió el contenido del sobrecito y revolvió luego largamente con una cucharita. Temblaba de arriba abajo. “Tengo que controlarme.” Se dijo. Tomó el vaso y fue al living a la espera de su hija, que poco después apareció con el cabello húmedo, descalza y en ropa interior negra, tanga y corpiño. Eva no supo bien por qué, pero la turbó ver así a su hija, exhibiendo ese bello cuerpo de mujercita en camino hacia la maduración plena. -Acá tenés la Coca… -dijo alcanzándole el vaso con ambas manos para controlar su temblor. La chica se puso a beber bajo la tensa mirada de su madre y cuando terminó el contenido del vaso lo dejó sobre la mesa del living, encendió el televisor con el control remoto y se sentó a la espera de la imagen. -¿No pensás vestirte? –le preguntó su madre. -No, estoy bien así. –respondió Areana con ese tono desafiante que había adquirido últimamente. Eva, cada vez más nerviosa, tomó el teléfono inalámbrico y fue al dormitorio para hablar con ...