La psicóloga (2-2)
Fecha: 25/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos
... lavamanos.
Mientras nos arreglábamos un poco el cabello no nos perdíamos de vista, sabíamos que aquello era solo un receso, una pequeña pauta, pues ambas deseábamos terminar con la historia que juntas habíamos forjado.
Salimos del baño y sin mediar palabra regresamos al consultorio, le hice pasar y apenas cerrando la puerta, se me acercó de nuevo y yo le respondí. De nuevo nos unimos en un beso y nos perdimos.
Esta vez sin restricciones de inmediato comenzamos a deshacernos de nuestra ropa, lo primero en salir fue mi vestido, del cual deslizaba la cremallera con grandes esfuerzos de controlar sus tambaleantes manos, para finalmente hacerle caer desde mis hombros hasta el suelo. Enseguida comenzó a besarme el cuello sin detenerse mucho ahí, para bajar besándome el pecho hasta mis senos, los cuales comenzaba a lamber con pasión llena de ansiedad. Seguramente sería su afición, pues habría puesto bástate atención a esa zona de mi cuerpo, chupando y tocando excitantemente mis senos duros y erectos. Yo fascinada.
Le agradecía acariciándole la espalda y sus pequeñas tetas por debajo de su delgada blusa, pellizcándole sus pequeños pezones puntiagudos. En tanto mi dulce paciente bajaba por fin de mis senos hasta mis bragas, pasando a besarme por todo mi abdomen. Ahí comenzó a bajarme la única prenda que aun vestía, desnudándome mi coño húmedo a la intemperie al cual se apresuraba a besar con pasión y ternura.
Aquello me llevó al éxtasis, sentía como me humedecía aún ...
... más prediciendo un inminente e incontenible orgasmo. Entonces me dejé llevar. Me senté sobre mi escritorio y le abrí mis piernas a mi paciente tanto como mi elasticidad me lo permitiese mientras ella me chupaba como podía y como quería sin desprenderse en ningún momento.
Así, mientras me besaba mi vagina, la chica comenzó a tocarse la suya, aquello era una sinfonía de fluidos entre los míos, su saliva y los de ella. Ahí supe que ambas terminarías en cualquier momento, así que me lleve mis manos para ayudarle a hacerme terminar.
Era insoportable, era la mejor sensación que podría experimentar en mi vida y aun no terminaba. Estaba dispuesta a hacerlo inmejorable, como ella, llevar el momento a sus extremos, apostar el todo por el todo, sin miedo y sin reservas, así que me metí un par de dedos y comencé a masajearme mí clítoris mientras ella me chupaba entre los espacios que mis dedos dejaban.
Poco a poco sentía como aquel orgasmo surgía desde lo más profundo de mi cuerpo a medida que me masturbaba, mientras aquella chica me chupaba mis fluidos que escurrían al ritmo de mis dedos entrando y saliendo. Entonces, cuando pensaba que no podía mejorar, la chica se paró, tomó su bolso y de él sacó aquel protagonista principal del relato, lo chupó un poco, y sin más comenzó a metérmelo en mi mojado coño.
De inmediato sentí como mi vagina se dilataba para dar paso al pene de plástico que lentamente se deslizaba en mi mojada cavidad, mientras unos pequeños y pero muy excitantes ...