-
Ya soy el puto del equipo (III)
Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
Bajo la lluvia de la ducha. Marcos me esperaba para hablar conmigo. Así me lo dijo: — Necesito hablar contigo para decirte dos cosas. — Dímelas ahora, aquí mismo. Se me acercó más, miró para todas partes en medio del campus, no circulaba nadie por allí y bajó aún más la voz como si quisiera evitar que nos escuchara el aire que respiramos. Casi murmurando, me dijo: — Quería decirte dos cosas, una es que tengas mucho cuidado con Jaime, no es malo, pero es un poco aprovechado y me temo que te puede hacer alguna, que todos lo hemos sufrido. — ¿Qué os ha hecho? — A mí me invitó muy en secreto para ir a su casa y fui pensando que era asunto entre nosotros, pero esperaba también otro chico y quisieron follarme los dos; tuve suerte que pude escapar, pero otros no tuvieron la misma suerte… — Ya; entonces, ¿tú eres gay?, —pregunté. — Ah, bueno, ¿no sabías? — No, no sabía, tampoco sé por qué tenía que saber… — Disculpa —se puso nervioso Marcos—, parece que no tienes muchas ganas de conversar conmigo… — No es eso, no, no es eso; es que…, hum…, bueno, te agradezco que me hayas avisado, tomaré precauciones; ahora la otra cosa que me quieres decir. — Y si mejor lo hablamos en otra ocasión, veo que tienes prisa, —dijo más nervioso que nunca. — No tengo prisa, pero es que hoy me asalta un nerviosismo que no sé qué me pasa. — Pareces estresado…, ¿por qué no vamos a tomar algo? ¿Quieres? En eso que apareció Abelardo y, al vernos, se acercó, ...
... diciendo: — ¿Qué secretos os estaréis contando que os habéis puesto en el medio del césped? — Abelardo, ¿vienes no nosotros a tomar algo?, —preguntó Marcos. Miré a uno, miré al otro y antes de que Abelardo hablara, pregunté: — ¿Os habíais puesto de acuerdo para llevarme con vosotros? Mientras Marcos negaba y volvía a negar e iba diciendo que no sabía que Abelardo estaba por allí, este, frío de toda la conversación, dijo: — Claro que sí; si me esperáis un rato, voy a recoger mi abrigo que se me había olvidado y allí tengo mis documentos y, aunque es poco, también mi dinero. — Perdón, no quise decir nada, estoy nervioso, necesito ir con vosotros, Abelardo, te esperamos, —dije con firmeza. Parece que esta actitud repentina mía al haber escuchado a Abelardo la razón de su presencia allí, animó a Marcos y me preguntó: — Oye, se te nota muy estresado, pero te tengo mucha estima, aunque nunca hemos cruzado más que dos o cuatro palabras de cortesía, pero te puedo asegurar que yo soy franco…; antes de que llegue Abelardo quiero decirte la otra cosa para que te la pienses… —me puse muy atento porque había bajado mucho la voz— me gustas, me gustas mucho, me estoy enamorando de ti, si no quieres no hagas caso, pero sabe que me gustas mucho y al menos podemos ser amigos. — Marcos, me pillas en un mal momento, tú también me gustas, podemos ser amigos, pero de momento nada más, no te molestes con lo que te estoy diciendo, pero no quiero novios de momento, no sé si yo ...