1. Ya soy el puto del equipo (III)


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... esta será su casa.
    
    — Perdona la indiscreción, pero si no tienes padres, de qué vives tú…, perdón, si no quieres no respondas…
    
    — Podría decirte que del narcotráfico, pero no, algo de eso tenían mis padres, pero vivo de la fortuna que acumularon en su vida, pero eso no es importante, para mí no lo es, y vosotros queréis ser mis amigos y yo quiero ser vuestro amigo.
    
    Entramos y llegamos al salón, sobre la mesa había una bandeja con unas tapas y tres copas junto a una botella de champaña. Entonces les dije:
    
    — Eso lo acaba de poner mi taita para recibir a mis amigos…, la voy a llamar y la conoceréis.
    
    Le hice salir con muchos ruegos. Salió, saludó, al ver que yo la besé, Marcos y Abelardo la besaron también. Me quité el abrigo y Taita me lo recibió, lo mismo hizo con la chaqueta y con la ropa de Marcos y Abelardo que la puso en un armario que hay en el zaguán. Luego le dije:
    
    — Taita, ¿quieres cenar con nosotros?
    
    — Ay, no, mi hijito, yo ceno otra cosa más leve, así vosotros habláis de vuestras cosas, —y se retiró.
    
    Cuando ya nos acabamos la botella pasamos al comedor, todo estaba ya preparado y comenzamos la cena. Entonces Abelardo dijo:
    
    — Vas a disculparme y a disculparnos, pues todos en el equipo te teníamos por muy pobre…
    
    — Además, te pediste el encargo de recogedor de materiales…, añadió Marcos.
    
    — Yo llegué a pensar que alguien te daba una beca para estudiar…, —dijo Abelardo.
    
    — Bueno, bueno, esas cosas ocurren por mi culpa, porque disimulo mi ...
    ... situación…, pero sí, soy pobre, no tengo padres ni los he conocido, si no fuera por mi taita…, es que no tengo ni abuelos, ni tíos, ni primos, por eso es que lo que quiero son amigos de verdad, que me traten como uno más, no quiero que me traten por mi dinero… Hoy, después de cenar os iréis a vuestras casas, el taxi está avisado y pagado, pero a mí me tratáis como uno más, sin otras deferencias…
    
    — ¿Quién se atreve ahora a meterse contigo?, —reflexionó Abelardo.
    
    — Abelardo, tú nada tienes que temer, ya te conozco, sé que eres bueno, y tú, Marcos, hoy hemos hablado en serio por primera vez, también me va a gustar tu amistad.
    
    — Me gustaría salir a correr contigo —dijo Marcos— ¿por dónde vas?
    
    — Salgo en mi coche o en taxi hasta el paseo marítimo y allí corro a mis anchas.
    
    — Con razón te levantas a las 5 de la mañana, tienes casi media hora para llegar…, —dijo Marcos.
    
    — A esas horas de la mañana, se llega en menos de 15 minutos, pero mañana, después del entrenamiento hablamos…
    
    — Si lo hacéis los dos, yo me apunto, —aseguró Abelardo.
    
    Cuando se acabó la cena, el taxi ya estaba esperando a Marcos y a Abelardo. Nos despedimos con un abrazo cada uno. Abelardo pasó disimuladamente su mano por mi culo y le sonreí.
    
    Estuvimos en el entrenamiento, todo era estupendo porque el entrenador venía muy animoso. Pienso que gracias a la victoria del partido anterior, que se había pronosticada en nuestra contra y que ganamos por 1-4, y a lo que parecía seguro una victoria ...
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