1. La historia de Ana (Capítulo 2)


    Fecha: 04/06/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... fuerza necesaria para que se sienta amenazada.
    
    — ¿Y porqué no me llamaste a mí? Si yo estoy acá abajo ¿Por qué tuviste que traerlos a ellos? ¡Me querías humillar! — apreté con más fuerza. Sentía las lágrimas chorrear por mi cara. — ¡Contestame!
    
    Ana llevaba un vestido azul. Su pelo castaño, húmedo, suelto. Su rostro precioso, indefenso, con una sombra de miedo.
    
    — No te quería humillar. Y yo no los traje, ellos me trajeron a mi. Vos mejor que nadie sabés cómo soy. Yo no quería estar con ellos.
    
    — y entonces ¡¿por qué te los cogiste?! — grité. Ya no daba más. Me estaba muriendo de rabia y de amor.
    
    — Estuve con ellos, porque ellos quisieron. Nada más. Yo no quería. Pero ellos quisieron, y eran dos. Así que dejé que hagan lo que quieran. Es lo que hago siempre. No tengo explicación.
    
    — Quiero saber quienes son. Y quiero saber todo lo que hicieron en tu departamento, mientras yo estaba acá abajo como un idiota.
    
    — Hicimos lo que ya imaginás, no tiene sentido que te lo cuente.
    
    — Contame todo. — dije, soltando su cuello. La abracé, le di un beso en la frente. Contame todo mi amor. — susurré. — contame todo. — repetí, acariciando su pierna, mientras, despacio, levantaba su vestido.
    
    Y entonces Ana me contó todo:
    
    «Al tipo canoso lo conozco hace años, de un teatro donde nos juntamos a bailar tango. Al otro no lo conocía, lo conocí hoy. ¿Qué te asombras? Vos ya sabés como soy. ¡ay despacio, no me muerdas así las tetas! Si, si, ya te cuento, si tanto morbo te ...
    ... da, ya te cuento. A veces voy a tomar algo al barcito ese de Parque Chas, el que está frente al teatro, viste. Y ahí me lo encontré a Juan Alberto. Yo sabía que le gustaba, pero desde que estoy mal con Andrés vos me tenés bastante satisfecha así que nunca le di bola. ¿Por qué decís que miento? Es la verdad. Aunque a veces sos muy bruto, te preocupas más por mi que el boludo de Andrés. ¡Ay Gabriel! Me dan cosquillas los besos en el culo. Bueno, ya te cuento. Estuvimos charlando un rato, tomamos algo. Al rato aparece su amigo. Son grandes los dos. Mas de cincuenta. Sí, me gustan los grandes. En realidad, me gustan todos jaja. Bueno, no pongas esa cara, vos preguntaste. No sé qué pasa por mi cabeza Gabriel. Vos no podrías entenderlo. A mi no me gusta acostarme con cualquiera. Pero a veces tengo miedo, y también tengo ganas. Se mezcla todo, y no puedo decir que no. Eso me pasó con Juan Alberto y su amigo. Se ofrecieron a acercarme. Me insinuaron varias veces que estaría bien tomar una taza de té. Yo no sabía cómo decirles que no. Ahora se me ocurren mil excusas, pero en ese momento no pude decir que no. En el fondo sabía que si los hacía pasar a mi departamento ellos iban a querer algo. pero ya estábamos en la puerta del edificio, estacionando el auto, y ellos se habían tomado la molestia de traerme, y además me pagaron los tragos. No pude inventar una excusa sin quedar como una mal agradecida. Sabía cómo iba a terminar eso. Cuando entramos, y vi tu cara, totalmente enojado, pensé ...
«12...567...»