1. Nallely, mi sobrina, mi obsesión


    Fecha: 13/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Tonny, Fuente: CuentoRelatos

    ... luego silencio, me paré sin hacer ruido, las luces apagadas, caminé y vi la puerta abierta, el corazón se me aceleró, me acerqué y ahí estaba, la luz de la lámpara muy tenue, me permitía verla boca abajo, en un boxer de encaje que se veía color rosa, pero era color salmón mismo que se había probado por la tarde que la llevé a su casa.
    
    Si la puerta estaba abierta, imaginé que ella con un propósito la abrió, entré silencioso, la veía en todo su esplendor, bajé mi piyama hasta las rodillas para masturbarme viendo sus nalgas., Casi en penumbras vi que movía sus caderas, me acerqué, aún con nervios la toqué, no se movía, empecé a acariciar sus nalgas suaves y redondas. Me senté en la orilla de la cama, ahora con mis dos manos acariciaba su trasero mientras con mis pies espolsaba mi piyama.
    
    Ella no se movía, besé sus nalgas, las abrí, con mis dedos acaricié su vagina sintiendo su humedad. El bóxer estaba un poco ajustado, no era como el de mi esposa que le quedaba un poco grande. Se lo quité hasta las rodillas, separé un poco sus piernas y comencé a lamer su culo, me pareció el paraíso, mis dedos ya frotaban su raja cada vez más mojada, levanté un poco sus caderas para que mi lengua llegara a su vagina, a su clítoris, cuando lo logré un gemido de placer salió de mi sobrina, su vocecita solo decía;-¡ah, ah, ...
    ... ah!-, me di cuenta que mordía la almohada y gemía de placer.
    
    Empecé a masturbarla, sentía el chasquido de sus jugos con mis dedos, puse mi rostro en su raja y pasé mi lengua casi desde su ano a su vagina, ya nada me importaba, estaba mamando la panocha que me volvía loco desde hace tiempo, las consecuencias no me importaban, mamé su raja con tanto deseo y poco a poco sus movimientos de placer aumentaron, lo estaba disfrutando.
    
    La voltee para lamer bien su vagina, brillaba con la poca luz de la lámpara, estaba gozando porque puso su mano en mi cabeza, gemía más claro, de repente sentí que estiraba mi pelo y su vagina se contraía...se estaba viniendo en mi boca. Parecía que lloraba, pero se estaba viniendo, sus jugos me parecieron los más deliciosos que he probado.
    
    Terminó de venirse en mi boca, puso su meno en su vagina y se volteó poniéndose en posición fetal. y escuché su voz muy quedito que dijo; "no me penetres tío por favor, solo mastúrbate como aquella mañana”—
    
    Me dispuse a complacerla, no quería echar a perder el placer de gozarla de esa manera, ya me la cogería un día, tomé sus nalgas, las abrí, tocaba su ano con mi verga sin penetrarla, la empiné un poco, rozaba mi verga sobre su raja muy mojada, ella gemía suplicando que no la penetrara, yo no respondía porque no sabía si iba a cumplir… 
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