MI DULCE Y APASIONANTE ESPOSA TERESA 6
Fecha: 21/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... posea como mujer.
Pero ella no había cambiado. Así que, luchando con su oculto deseo de ese Hércules de ébano, ella no lo mencionó durante los próximos tres días. Yo tampoco la había sacado a bailar o a disfrutar en algún local alegre; y con una segunda intención, tampoco la había tocado en la cama. De modo que la abstinencia de su juguete preferido era ya bastante larga. Ella estaba por lo tanto muy inquieta, y también muy excitada.
El día indicado para el último acto llegó. Ese día le dije a mi esposa: “Vamos a la casa de Tony”. Al oír eso, ella pareció electrizada, y por un instante quedó como en suspenso, pero luego, con una contenida alegría dijo: “¡¡Bueno, vamos allá...!!” Y sorprendentemente, Tere se puso un putìsimo traje negro de baño, de dos piezas. Caminando por la playa, sus hermosas piernas que sobresalían voluptuosas, y su linda cintura, provocaban la envidia de las mujeres. Los hombres, se detenían, o regresaban a ver ese insinuante y provocador paquete de carne sensual, que contoneándose, tocaba los timbres del sexo de todos los que se encontraban con ella, y que disimuladamente, se detenían tocando sus vergas erectas.
En casa, Tony nos recibió muy contento, solo vestía una cortísima pantaloneta de baño, que dejaba en evidencia el estupendo cuerpo del negro. Mi esposa lo miró con mucho detenimiento, y una contenida ansiedad. Luego, pretextando algo Tony nos dejó solos, y entró a su habitación interior. Había llegado el momento.
- “Tere” le dije ...
... como despreocupado a mi esposa: “Entra a esa habitación, y dile a Tony que me mande la gurbia” Ella se fue al mandado, y al entrar, lo que ella vio la dejó paralizada: Tony estaba de espaldas, completamente desnudo. Al sentir su presencia, se dio la vuelta, mostrando su impresionante cuerpo, y su impactante verga erecta al descubierto. Ella hiso él ademán de irse.
- “Adónde vas tan de prisa”
- “Nada, es que estás… estas… así”
- “Tú quieres irte porque soy un negro, ¿no es cierto? Y el negro se le acercó; al natural, bamboleando su poderosa verga. Mi sexy esposa, que también se hallaba desnuda, cubierta tan solo con su deshonesto bikini, estaba en shock.
- “No…yo no he dicho eso…no...nooooooo” Y los brazos del gigante la aprisionaron sin violencia. Ella sintió algo que la dejó atónita: La potente vara del negro tocó con potencia su vientre, y luego; se deslizó hacia arriba, en medio de sus tetas. Con ese firme y palpitante miembro viril en medio de los dos, ella creyó morirse de deseo, y una creciente ganas de ser culiada se apoderó de ella.
- “¿Si sabías que la verga de un negro es más rica que la de un blanco?
- “No,… no lo sabía” contestó ella con cierta ingenuidad, mientras el abrazo y la cercanía sexual del negro la tenía sofocada, y sin aliento.
- “Si, y te lo voy a probar” y con autoridad de varón, sacò el mazo en medio de las tetas de la sensual puta, y halando el delgado hilo de tela del bikini, metió la punta de su verga, rozando la pequeña y ...