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Normi, la vecina - El despertar sexual de una joven con un maduro, su maestro
Fecha: 17/07/2020, Categorías: Confesiones Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
Existen historias con sexo y sexo con historia, esta es de sexo con historia de vida, un “revival” del sexo que rescató la historia que pervive entre los sentimientos, el deseo que ha renacido cual ave fénix entre las cenizas del pasado y motivo del presente relato… Normi era la hija de Norma, amiga y vecina de toda la vida, amistad “con derechos” solo eventualmente. Madre soltera, culposa porque el noviecito voló cuando supo del embarazoso accidente, por tal motivo decidió cuidar de su hija y hacer todo para que no se repita la historia. Educó a su hija para desconfiar de sus falsas promesas, disciplinada en “no entregarse” hasta tener la libreta del civil en sus manos, que los hombres prometen hasta la luna para conseguir sexo y luego “si te he visto ni me acuerdo” Ese era el mandato a cumplir. Su noviecito tendría pocas posibilidades de acceder a su virginidad, de todos modos, según confidenció, el noviecito es un buen partido para casarse, recién graduado y a punto de conseguir una beca para hacer un máster en un país europeo, muy buen tipo, amable y considerado, pero tal vez por su condición de “nerd” era poco afecto al contacto físico aunque ella entiende que debe ser por la nula experiencia en los juegos “carnales”. Su madre no quería repetir la historia personal, fue un noviazgo “arreglado” por ambos progenitores, compañeros de la iglesia, segura que la muchacha estaría en buenas manos y mejores intenciones. Erni, el novio en cuestión era un buen chico, algo ...
... retraído y más dedicado a los libros que al disfrute de la carne. Habiendo tenido algunas relaciones con su madre, me resulta fácil inferir que debió heredar su fogosa calentura. Por pedido de su madre había comenzado a venir a mi casa para que le ayudara con algunas materias de la facultad, situación propicia que hacía florecer las confidencias de una jovencita atosigada por las imágenes eróticas que atormentan su espíritu y elevan su energía femenina. Era fácil entender que esta muchacha estaba necesitando ser escuchada, y sobre todo entender sus conflictos de necesidades eróticas insatisfechas, esas cosas que solo se pueden hablar con un amigo comprensivo. En el tercer día de clase habíamos hecho una pausa para descansar del árido tema de “las fuerzas gravitacionales, los súper conductores y la resistencia de materiales…”, reponer fuerzas y energías con una bebida helada, ella prefiere una bebida cola, - “porque la cerveza se sube a la cabeza y pierdo el control…”, dijo con una sonrisa franca y poco de pudor. —Pues estaría bueno que pasara, estarías más libre para decir eso que te pesa… - busqué una cerveza. Abrí la cerveza, brindis con las botellas y a tomar. Para cuando llegó al final ya estaba… menos controlada y “se le soltó la lengua”. Nos miramos… —Vamos Normi, soy buen “escuchador”, vamos cuéntale a tu maestro… vamos!... Mi mano sobre su muslo fue el vía libre, abrir el cofre de sus secretos… —Bueno… siento pudor maes… - Dime maestro y será ...