Holanda dos noches, dos días
Fecha: 30/07/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... podía dejar de apreciar su culo tan bonito y duro que se adivinaba apretado en su pantalón.
La habitación era abuhardillada, grande y bonita con ventana a la parte trasera de la casa y una cama grande como había dicho él, el baño era pequeño, suficiente para dos personas si estaban haciendo cosas diferentes.
Tenía ganas de orinar y cerré la puerta, cuando salí Unax ya había bajado a la otra planta.
-Vamos a llevar el coche al aparcamiento, te enseñaré la ciudad que no tiene mucho que ver y luego vamos a cenar, hoy habrá más gente en los bares.
Dejamos el automóvil y estábamos cerca del centro, Unax me aseguraba que era una ciudad muy pequeña y no tenía mucho que ver, pero la plaza del ayuntamiento me encantó y el viejo molino restaurado también, la cantidad de canales que tenían se me hacía extraño acostumbrado a mi paisaje de todos los días.
-Mañana te llevaré a Róterdam o a La Haya, donde quieras, son ciudades más importantes, ahora vamos a cenar. –Luego me daría cuenta de que el restaurante al que me llevó estaba cerca de su casa.
La cubanita resultó que, cuando llegamos, estaba lleno y tuvimos que esperar, no teníamos problemas ya que hablábamos sin parar tomando su cerveza más fuerte que la que estaba acostumbrado a beber. Sería efecto de la bebida, pero me sentía flotar escuchándole hablar, sin presumir ni hacer ostentación, de sus numerosos viajes y su trabajo del que estaba encantado.
No podía dejar de mirarle, de sentirle muy próximo, más ...
... cercano que nunca. Mis reprimidos sentimientos hacia Unax volvían a aflorar y no quería volver a pasarlo mal, pero, ¿quién se resistía a un chico así? Saludó a unos chicos que conocía y me presentó a dos compañeros que trabajaban con él. Era buena gente, pero me molestaba que nos hubieran interrumpido, lo quería para mí.
-Creo que no estoy acostumbrado a esa cerveza Unax. –me sentía mareado, alegre y dichoso, él comenzó a reír.
-Sí que es cierto es, se sube a la cabeza muy pronto. –me costaba subir la escalera y en el baño me lavé la cara con agua fría y la boca y oriné, Unax hizo lo mismo cuando yo terminé.
-Tápate, a la noche aquí hace más frio que en planta de abajo.
-Estoy sudando, será por lo que he bebido. –estábamos tumbados, paralelos, sin tocarnos y de repente me golpeó con el codo, como hacíamos a veces jugando de niños, le respondí sabiendo que ahora se entablaría la lucha donde terminaría dominándome. Me miraba desde arriba senado en mi abdomen, como un niño juguetón y los años no hubieran transcurrido.
-Ríndete, estas vencido. –respiraba sofocado del esfuerzo y pesar de ello elevaba mi cadera para hacerlo caer. Misión imposible, sujetó mis manos por encima de la cabeza, teníamos las caras casi pegadas y sentía su aliento que expelía sibilante.
Me soltó repentinamente y volvió a tenderse como estaba. Se había roto el encanto, me sentía tan a gusto dominado, con él encima de mi cuerpo, habíamos terminado sudando y me levante para ir al baño a beber ...