1. Anita de tus deseos (capitulo 9)


    Fecha: 01/08/2020, Categorías: Gays Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... leche de papá se escapaba por las comisuras de los labios. Rápidamente, Paco llamó a María para que siguiera chupándole la polla: tampoco consiguió nada. Al cabo del rato, la dio un empujón con el pie y la tiro al suelo.
    
    —Vamos puta, tráeme un Bourbon, —María se levantó rápidamente y se fue hacia el bar—. Cada día me cuesta más correrme: serán los años.
    
    —Nos ha jodido, ¿qué quieres? —dijo papá cogiendo a Evelyn de la mano y sentándola sobre sus muslos mientras que Paco me puso de rodillas para que siguiera chapándosela. Cuando regreso María, le dio la bebida y después de una indicación se arrodilló y se puso también a chupar.
    
    Mientras lo hacíamos, nuestros labios se encontraban y me iba poniendo a cien, no hasta el punto de correrme, pero si me resultaba muy placentero. Paco se dio cuenta, alargo la mano y me soltó las muñequeras dejándome las manos libres.
    
    —Vamos, tocaros, —ordenó e inmediatamente nos pusimos a sobarnos mientras nuestras bocas se buscaban con deseo. Estuvimos así un rato, hasta que Paco se levantó y nos empujó para que nos tumbáramos sobre la alfombra—. Comeros los chochos.
    
    Cambiamos de posición y empezamos con el 69 mientras Paco acercaba una silla y se sentaba a nuestro lado, para vernos desde más altura. María si llego al orgasmo, pero yo no, aunque me quedaba cerca.
    
    —Que silenciosa es tu hija, —dijo Paco.
    
    —Que va, al contrario. Lo que pasa es que no se ha corrido bien.
    
    —¡Joder! ¿Y eso?
    
    —Porque solo se corre de verdad si ...
    ... interactúo con ella. ¿Quieres verlo?
    
    —Claro que quiero verlo, —Papá se levantó y cogiéndome de un brazo me hizo poner de rodillas.
    
    Me dio unos manotazos en la parte interior de los muslos para que los separara y colocó la palma de la mano sobre mi vagina. Con la mano izquierda me agarró del pelo y tiro hacia atrás mientras empezaba a estimularme. Fue muy rápido, en menos de un minuto estaba chillando con todas mis fuerzas mientras mis abdominales se contraían y se cuadriculaba. Cómo recompensa, papá me estuvo besando mientras me mantenía agarrada del pelo.
    
    —¡La hostia! Estás dos zorras se corren con solo mirarlas y tu hija depende de ti para su placer. ¿Cómo lo has conseguido?
    
    —Es que soy muy bueno, —dijo papá riendo. Después me hizo una indicación para que siguiera con María.
    
    Durante varias horas estuvimos jugando y no fuimos capaces de conseguir que el viejo se corriera. Incluso en una ocasión, mientras Evelyn y yo le comíamos la polla y el ano, el abofeteaba a María, pero ni así, y eso que se notaba que a ella le gustaban las bofetadas. Finalmente, cuándo conseguimos una erección aceptable me cogió por detrás y me la metió por el culo. Estuvo esforzándose, pero ni aun así. Al final desistió. Se sentó en el sillón y se dedicó a mirar y a beber bourbon.
    
    A eso de la cinco de la madrugada, papá me tumbo bocarriba y le dijo a Evelyn que se pusiera a cuatro patas cabalgando mi boca y a María que me chupara el chocho. Papá se puso de rodillas detrás de la filipina y la ...
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