EL TORMENTO Y EL EXTASIS (2)
Fecha: 04/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues
... sensibilidad y ternura que su hermano ponía en la relación para ella era cosa absolutamente nueva. Por vez primera se sentía de verdad amada, querida, amén de deseada. Pero no fue eso lo único que sintió Laura entonces, porque lo más maravilloso para ella fue saberse enamorada de aquel hombre que la estaba amando. Saber que también ella amaba al hombre que era su hermano, pues supo que él era su hombre, el único, el definitivo. Así, entre quejidos de gozo, entre gemidos y jadeos de placer murmuraba más que decía mientras se abrazaba más y más al cuello de aquél hombre que entonces era, y desde entonces siempre sería, su delirio • ¡Dios! ¡Dios mío, eras tú! ¡Eras tú a quien buscaba, a quien esperaba! ¡Tú mi hombre, mi Príncipe Azul! ¡Lo sabía Juanjo, lo sabía! ¡Lo supe aquella noche en la discoteca! Lo supe y me aterroricé ante ello, cariño mío. No quería admitirlo, me horrorizaba… Pero lo acepto; lo acepto ahora, plenamente, sin reservas. ¡Te amo hermano, te amo! ¡Te quiero como hermana pero más aún como mujer! ¡Ámame cariño, ámame! ¡Nunca, nunca te canses de amarme, nunca acabes de saciarte de mí! ¡Ah, ah, hermanito, qué dichosa me haces! ¡Qué feliz, cielo mío! ¡Amor mío querido! ¡Sigue, sigue querido mío! La noche se prolongó hasta que las primeras horas del nuevo día se cernían en el horizonte… Fue una noche gloriosa… Los asaltos de aquella batalla amorosa se sucedieron sin apenas treguas, las imprescindibles para reponer la necesaria energía quemada en los “duros” ...
... combates cuerpo a cuerpo… Laura perdió la cuenta de las “venidas” disfrutadas… Llegaron a encadenarse una a la siguiente en maravillosas cascadas de placer. Juanjo descargaba su semen dentro de ella pero Laura no permitía que por eso su ardor disminuyera. Lo de “Dos sin sacarla” a Juanjo siempre le había parecido una bravata mucho más que una realidad, pero esa noche, y alguna más luego, pudo comprobar que con hembras como Laura lo imposible se torna casi normal. • ¡Sigue cariño, no desfallezcas! ¡Sigue amándome, sigue queriéndome vida mía! ¡Tú puedes hacerlo cielo mío, tu amor y mi amor lo harán posible!. Eso le decía Laura cuando, tras vaciarse, “aquello” tendía a desinflarse, a declararse vencido. Pero entonces ella arreciaba en sus “ataques” y, sin saber cómo ni por qué, el milagro se producía y “aquello”, poco an poco, resucitaba volviendo a pedir guerra. Entonces, cuando la “Resurrección de los Muertos” tenía lugar, ella, enardecida, le decía • ¿Lo ves cariño mío, lo ves? Tu amor lo puede todo; lo puede todo con mi amor por ti. Y Juanjo se decía “¡Que pedazo de mujer que es mi hermana! ¡Y qué gilipoyas el mamón de Emilio!… Para mi bien, claro” Desde el día siguiente los chicos durmieron ya en la habitación de dos camas que antes ocupara Juanjo con su sobrino, en tanto ellos dos, Laura y Juanjo, se instalaban, de una vez por todas, en el dormitorio grande, en su cama de matrimonio. Porque desde aquella primera noche juntos Laura y Juanjo, Juanjo y Laura, constituyeron el más ...