EL TORMENTO Y EL EXTASIS (2)
Fecha: 04/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues
... No, una noche, una noche de sábado, con lo que el tío Juanjo no estaba en casa, cuando mamá tras dejar en su cama a Emilio con su beso de buenas noches volvió a su dormitorio y se metió en la cama junto a Laurita, al poco rato de tener abrazada a la niña, ésta, con la mayor candidez del mundo, le dijo • Mamá… ¿Por qué no te casas con el tío Juanjo? Así él sería nuestro papá y a lo mejor volvía a querernos… Laura no contestó… No pudo contestar, al menos de momento, pues se quedó helada ante la salida de la niña… Tardó poco en salir del estupor en que la nena la sumió y, sonriendo a su hija, le dijo • Anda cariño, duérmete La niña calló; se arrebujó en su madre y cerró sus ojitos. Laura no pudo dormir… ¿Por qué no te casas con el tío Juanjo? Las palabras de su hija resonaban en su cerebro amplificadas, pues más que resonar lo que hacían era retumbar como redobles de tambor que la atronaran… Se sintió extraña, entre alarmada y enervada… Quería borrar de su mente las emociones que las palabras de su hija habían generado en ella… Sin poderlo evitar recordó lo sucedido aquel sábado, cuando bailaba con Juanjo. Cómo por un rato Juanjo dejó de ser su hermano para sólo ser el HOMBRE esperado, el HOMBRE de su vida, su Príncipe Azul, ese que toda mujer espera encontrar desde que empieza a dejar de ser niña empezando a ser casi mujer… Ese HOMBRE que, sin conocerle, sin saber quién podrá ser por finales, ella comienza a querer; a enamorarse de él, porque es su HOMBRE ideal, al que desde ...
... el inicio de su pubertad buscará sin descanso en cada hombre, cada adolescente, que irá conociendo. A veces, muy pocas, en verdad, se encuentra y la vida entonces se torna maravillosa; otras, las más, nunca se da con él, y entonces, no pocas veces, la vida se convierte en un infierno… Como a ella le pasó con Emilio. Aquello le estuvo rondando por la cabeza días y días, hasta que llegó uno en que saltó la pregunta a su cerebro, clara, directa: “¿Acaso es Juanjo, mi hermano, ese mi HOMBRE ideal, mi “Príncipe Azul”, el esperado y buscado desde mi pubertad?” No se respondió, no pudo…no quiso responderse con la misma claridad, la misma forma directa en que se planteara la pregunta… Sencillamente no quiso poner el rostro de su hermano a ese perfil de HOMBRE IDEAL. Pero también fue consciente de que mantener sexo con él, con Juanjo, con su HERMANO, admitiéndolo lisa y llanamente como tal hermano, no le sería en absoluto difícil. No quiso plantearse si además le resultaría o no placentero… Eso no quería ni pensarlo… Sencillamente, no quería tener que reconocer a todo ruedo lo que su mente, sus sentimientos más íntimos, pugnaban por decirle y hacerle reconocer: Que si Juanjo se enamoró de ella sin saber cómo ni por qué, sin tampoco saber ni cómo ni por qué también ella se enamoró de él. Sin saberlo, sin enterarse… Lo único a que quería atender era a lo que su hija le dijera, sugiriera más bien… “Así…volvía a querernos”… Sí, así, al convertirse en su amante, él, Juanjo, su hermano, ...