1. Mi hermano Marcos


    Fecha: 04/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... babeaba al tiempo que giraba la cabeza de derecha a izquierda; con una mano se agarraba su tremendo falo masturbándose claramente. Le quité la mano de ahí y tomando la verga con la mía me dispuse a guardársela, lo que hice con gran dificultad y con una sensación de culpable cosquilleo que no llegaba a comprender, o más bien, que no quería admitir. La tenía muy dura y rígida como un buen salchichón caliente. Sentía perfectamente en la palma de mi mano las oleadas de sangre cálida que mantenían inflexible la enorme verga, por lo que tuve que tenerla un buen rato, sujetándola con fuerza y manipulándola en múltiples direcciones para encontrar la forma de meter aquel insolente garrote, por la pequeña abertura de la bragueta, lo que le provocaba una erección y un placer aun mayor, aunque no pretendido, que le hacía gemir y chorrear saliva como si estuviera poseído.
    
    Fui a la cocina e hice un ligero comentario sobre lo acontecido a mi mamá aparentando no darle importancia, pero queriendo que ella me aclarase algo de la actitud de mi hermano.
    
    Déjalo, pobrecito… -, es todo cuanto me dijo.
    
    Aquella primera noche en mi casa materna, no pude conciliar el sueño hasta el amanecer, pero no fue por extrañar la cama, pues en definitiva esa era también "mi cama" de siempre, sino porque en vez de adormecerme el silencio y la oscuridad, lo que estaba haciendo era despertar en mí a la mujer insatisfecha que había dentro de mi cuerpo, a la puta que todas llevamos dentro y que a lo largo de ...
    ... su vida no tuvo más que pequeñas fantasías eróticas abortadas rápidamente por una falsa sensación de culpabilidad. Un marido enamorado y puritano que no me permitía abrir mi verdadero espíritu sin que apareciese la sombra del fantasma de la vergüenza.
    
    Con 32 años de vida sana, mi cuerpo estaba lleno de energía, y aunque hasta entonces no lo sabía, rebosante de sensualidad; 60 kilitos repartidos en 165cm de estatura, cintura muy delgada, y al no tener hijos, mis pechos y mi vientre seguían totalmente firmes, predominando mi redondo culo, siempre escondido en largas faldas, pues no debía ponerme pantalones. No sé como describir mi rostro, mi carita creo que es algo redonda y de mejillas sonrosadas; mis ojos son grandes y chistosos, mis labios carnosos, mi nariz es respingona, mis dientes son blancos; pero con todo esto, siempre me encuentro defectos, lo que me produce un complejo inevitable al verme en el espejo y contemplar una cara de boba.
    
    Desde que me casé, mi pelo castaño claro, lo llevo corto y rizado. Sinceramente, creo que no soy tan guapa como quisiera, pero por el contrario, tengo un cuerpo muy goloso, según me decía mi marido. Las caderas son anchas y tengo muy buenas nalgas, redondas y muy empinadas que cuando camino, ¡ufff, me comen!... Mi piel es morena y muy suave, mis muslos son firmes y bien formados, siendo mi cuerpo, la envidia de mis tres cuñadas, a pesar de tener éstas entre 18 y 23 años.
    
    El breve comentario hecho por mi mamá sobre la compostura de ...
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