1. Una para todos (Tercera parte)


    Fecha: 17/08/2020, Categorías: Transexuales Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... Antonio. La aventó a un lado y se contorsiono para poder vaciarle la leche en su cara. Por lo visto su rostro se convirtió en un depósito de semen.
    
    —Hay hija de puta! Que riiiico!
    
    —Cállate pa’ te va oír!
    
    —Que bonita mi niña llena de leche!
    
    —¡me encanta!
    
    La cara de Fernanda estaba llena de semen y aun así seguía con la mirada a su pare que se vestía y salía por la ventana al patio. Ella sacó su teléfono y se tomó una selfie. Con la leche de papá.
    
    —¿AHO ESTÁ TU PAPÁ? ¡CLARITO ESCUCHÉ SU VOZ!
    
    —Mamá, ya alucinas. ¿No será que la enferma eres tú?
    
    —¿que yo que amor?
    
    —Mira, ya llegó. ¿dónde andabas? Ven a cenar mijita y despierta a tu hermano que se quedó dormido en el estudio.
    
    El estudio, era un cuarto de servicio al final del pasillo con un escritorio y una computadora. Moderna hace veinte años. Y era también donde su pare guardaba su colección de porno. Revistas, películas en Beta, VHS y DVD. Y era el rincón favorito de Daniel. Pasaba horas mirando las viejas películas porno. También se supone que nadie sabía nada de todo ese archivo de entretenimiento.
    
    Fue la típica cena de sábado, pero a diferencia de otros sábados, Fernanda decidió quedarse en casa, estaba exhausta y solo quería a descansar. Así que se puso su pijama y el sueño la venció en un momento. Hasta que sintió que alguien le amordazaba la boca. Un terror indescriptible la giro invadió hasta que escuchó la voz de su hermanito Daniel.
    
    —No hagas ruido hermanita. Mamá y papá siguen ...
    ... viendo la tele en la sala.
    
    Y aunque quisiera, la mordaza le impedía hablar o pedir auxilio. Quiso moverse pero se dio cuenta de que sus manos estaban atadas tras su espalda. Los dedos de Daniel entraban en sus agujeros, de manera brusca, usándola, agarrándola como si fuera bola de boliche. Aunque le dolía, le gustaba. Y quería decírselo a Daniel, pero no podía. Así que levantó bien sus nalgas. Que se enterara que aquella brutalidad le fascinaba.
    
    —¿Te gusta verdad puta?
    
    —Ujuumm!
    
    Fernanda asentía y movía su culo, mientras su hermano metía de a dos y hasta tres dedos en sus agujeros.
    
    —Te voy a quitar la mordaza y me vas a mamar la verga, ¿Entendiste?
    
    —UJUUMMM!
    
    En cuanto pudo, jalo varias bocanadas de aire, luego sonrió y lo miro.
    
    —Te la voy a mamar pero sigue, eso qué haces con los dedos me gusta.
    
    —Eres la más puta Fer!
    
    En cuanto sintió que la saliva de su hermana envolvía su verga, no dudo y abrió sus nalgas para meter con más fuerza sus dedos. Ella pujaba, pero no se sacaba la verga de su boca. Después del día tan agitado, la mandíbula ya le dolía un poco. Pero su panochita era la que a base de tanta fricción estaba ya un poco rozada. Paro aun así, es ese momento ella se había convertido en la puta de su hermanito y no tenía planes de parar. La saliva le escurría por los lados de la boca. Para entonces ya sus ojos buscaban al dueño de cada verga que pasara por ahí. En cambio Daniel con los ojos cerrados y retorciéndose seguía entrando y saliendo de la ...
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