Lucía, la nueva profesora de la universidad
Fecha: 26/09/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... Era una pija dura, y grande, con bastante líquido preseminal saliendo de ella. Por su forma, estaba segura que se trataba de Juan. Abrió la boca y ayudándose con una mano comenzó a chupar de la mejor manera que sabía. A sus veinticinco no había chupado tantas pijas, pero sabía hacer gozar a los hombres, dándole primero besos tiernos al tronco, acariciando las bolas, para luego chupar el glande que era donde más sensibilidad tenían, y finalmente metérselo en la boca. No era lo que más le gustaba hacer, pero extrañamente disfrutaba mucho tragarse la pija de sus alumnos. Tenía un sabor no muy diferente a otras que había probado, pero quizá por el goce de su entrepierna le parecía distinta a otras mamadas que había hecho.
Una mano tomó la suya. Era el tercer alumno que dirigía la mano a su pija para que la masturbara. Era larga y delgada, y sin estar segura supuso que se trataba de Gabriel, el chico que más le gustaba de esos tres, por lo que se esmeró en el manoseo, tratando de darle el mayor placer posible. Y cada tanto se sacaba la pija de juan de la boca para probar la del otro, aunque el otro posesivo, no tardaba en dársela de nuevo.
En plena mamada, sintió como Mauri, quien por descarte supuso que era aquel que le chupaba tan bien la concha, le abría las piernas y finalmente la penetraba. Lo hacía con ternura, como con miedo a lastimarla, y ella, con la boca siempre llena, gemía de placer, aunque deseaba que Mauri fuese más salvaje.
El primero en acabar fue Juan. ...
... Lucía decidió hacerle el favor y para que no se ensuciaran con el semen del otro, recibió toda la eyaculación en la boca. Nunca le agradó ese líquido caliente y viscoso, aunque tampoco le desagradaba. Así que se lo tragó para poder hacer lo mismo con Gabriel. Estaba en una posición incómoda, pero no le importó. Se corrió el pelo para atrás y empezó a pajear y a chupar con ganas la segunda pija, mientras Mauricio, ahora sí, embestía con fuerza. Estas embestidas le dificultaban hacer bien el pete porque la hacían sacudirse y gritar, aun así se las ingenió. Le bastaron unas cuantas lamidas para tragarse unos nuevos chorros de semen. Mauricio le seguía dando con fuerza, pero ahora ella quería acabar, así que cambió a su posición favorita. “ponete boca abajo pendejo” ordenó. Él lo hiso, apuntando su mástil hacia el techo. Lucía se subió encima, introduciéndose la pija del alumno. El chico no soportaría mucho más, pero ella tampoco. Comenzó a hamacarse, despacio. Cuando él quería embestir, le apoyaba la mano en el torso, y le pedía que no se moviera. Ella quería sentir la pija, y acomodarla a su gusto. Los otros dos chicos ya se estaban poniendo duros de nuevo de sólo oír los gemidos de ella. “ggmmmmhh”, susurraba, mientras se movía de un lado a otro, sin sacarse la pija de adentro. De repente, alguien la abrazó de espaldas, y comenzó a masajearle los posones. “siii, assiiiii, mmmh”, aprobaba ella la acción de los alumnos. Mientras, otra pija se asomó a su boca. Tenía el olor fuerte ...