1. Familia caliente


    Fecha: 13/10/2017, Categorías: Transexuales Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... un amigo; y las otras miradas, casi imperceptibles, que recorrían el cuerpo de Micaela en un instante.
    
    Ahora todo eso adquiría un significado totalmente diferente. Cómo no me había dado cuenta, se recriminaba Facundo.
    
    Al otro día le preguntó a Micaela, como al pasar, qué había hecho durante el día. Quería ver la reacción de su hermana. Cuando ella terminó de hablar le dijo:
    
    β€” Mirá vos, yo pensé que te vi en el centro. β€” ella empalideció y empezó a tartamudear.
    
    β€” Ah sí, fui a ver ropa.
    
    Él no había nombrado a Juan, pero ya no necesitaba hacerlo, la actitud nerviosa y turbada de ella le decía todo. Estaba decepcionado, y pensar que alguna vez se recriminó por sus sentimientos retorcidos, pero Micaela era peor, se cogía a su padrastro y traicionaba a su madrastra, que tan buena era con ella. ¿Cómo se lo diría?, porque no cabía duda, debía advertirle a su madre que se burlaban en su cara.
    
    Esa noche no pudo dormir. Quedó meditando sobre cómo procedería. Pensó en revisar el celular de su hermana cuando ella lo descuidara. Debía haber algún mensaje incriminador, estaba seguro. Y si no era así, entraría a su cuarto y lo revisaría de punta a punta hasta encontrar algo que le sirva para que su madre confíe en su palabra.
    
    En todo esto estaba pensando cuando a puerta de su habitación se abrió. La madera había crujido, por lo que él notó la presencia del visitante. Una silueta oscura se le acercaba. Prendió la lámpara de la mesita de luz para ver de quien se ...
    ... trataba.
    
    Era Micaela que estaba vestida únicamente con una remera y su ropa interior, igual a como él la veía cada vez que la espiaba. Se sentó al borde de la cama y le habló en susurros:
    
    β€” Ya sé que sabes algo de mí. β€” le dijo, con un puchero en la cara y los ojos brillosos.
    
    β€” Si, ya sé que sos una puta. Le voy a contar a mi mamá así que andá buscando un lugar en donde vivir.
    
    β€” No me podés hacer eso, me arruinarías la vida. Vos sabés como sufrí cuando quedé huérfana. No quiero sufrir más.
    
    A Facundo el dio un poco de pena, pero debía ser fiel a su madre.
    
    β€” Andate. β€” le dijo. β€” No quiero saber nada de vos.
    
    β€” Yo sé que me querés. β€” le dijo ella. Y de repente, su mano empezó a recorrer la pierna de su hermano a través del cubrecama, y se deslizó despacio hasta llegar a su miembro.
    
    β€” ¿Qué hacés? β€” se exaltó él.
    
    Como respuesta ella se quitó la remera y quedó en tetas. Se paró para que él pueda observarla en todo su esplendor: el cuerpo desnudo lo excitó de inmediato.
    
    β€” Esto querés ¿no? β€” agarró el cubrecamas y la colcha y lo tiró a un costado. β€” yo sé lo que querés. β€” dijo y se subió a la cama.
    
    Facundo ya no estaba en sus cabales. Su sueño de tres años se le estaba haciendo realidad. La besó, acarició el cabello rubio, sintió la desnudez de los pechos sobre su torso, acarició las piernas largas, y luego sus manos se posaron en las nalgas.
    
    Facundo sólo estaba con el bóxer, el cual se lo quitó en un instante y lo tiró al piso. Le bajó la bombacha a su ...