1. Dinero


    Fecha: 28/09/2020, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... parecen que fueran imanes para mi polla, que no ha dejado de cabecear levemente hacia arriba, en especial cuando Eva mueve lentamente sus caderas de derecha a izquierda, al mismo tiempo que sube y baja muy lentamente el pubis, sin dejar de sonreír ni un momento, consciente del excitante espectáculo que me está dando, verdaderamente hipnotizador, y comenzando a tocarse el clítoris con la mano derecha. Estaba predispuesto a darme un atracón comiéndole el coño, es algo que me encanta, pero no, me la voy a follar ya mismo hasta por las orejas.
    
    Me tumbo encima de Eva con las piernas juntas por dentro de sus abiertas piernas, los codos y brazos apoyados en la cama, la cabeza pegada a la suya, de manera que puedo besar su boca y comerle la oreja. No se está quieta, restriega su pubis con el mío, coge la polla con su mano derecha y recorre el coño, arriba y abajo, varias veces, lo que me permite darme cuenta de que está muy mojada, mucho. Lleva el duro y tieso rabo hasta la entrada de su chocho, me besa metiéndome la lengua hasta las amígdalas e inmediatamente aprovecho para dar un fuerte golpe de caderas y metérsela de un golpe.
    
    —Sí, oh… qué bueno
    
    Es un coño caliente, suave, acogedor, acostumbrado a achicarse y apretar la polla que tiene dentro. Sin problema alguno nos acomodamos ambos al movimiento propio de unmetisacaprofundo, más bien rápido, que dura muchos minutos, intentando por mi parte subir el ritmo cada poco rato, lo que Eva parece agradecer con sus gemidos, ...
    ... quejidos y la jadeante respiración cada vez más ronca, incluso dando cortos pitidos y silbidos.
    
    Lleva ya un buen rato acariciándose el clítoris con la mano derecha, deprisa, muy concentrada, con los ojos cerrados, boca y nariz muy abiertas, sudando mucho, sin dejar de jadear ni un momento. Hasta ahora apenas ha dicho nada durante todo el polvo, pero según le llega el orgasmo me habla:
    
    —Sigue, por favor, no pares, viene, ya, ya…
    
    Un larguísimo ronco quejido que parece salir desde lo más dentro de su cuerpo acompaña su corrida, verdaderamente sentida, provocándole altibajos en la respiración, dando algún que otro hipido, incluso con movimientos instintivos, no controlados. Es un orgasmo muy largo, continuado, que noto en los espasmos vaginales que parecen abrazar mi polla, de manera que apenas puedo resistir mis ganas de eyacular. Suaves silbidos parecen indicar el final de la corrida femenina.
    
    —Ahora tú, un momento
    
    Tras sacarle la polla me he tumbado en la cama buscando recuperar mi resuello. Eva se incorpora, se gira hacia mí, me da un beso en los labios, sonríe todavía con la respiración alterada, e inmediatamente baja la cabeza y se pone a chuparme el rabo con gran cantidad de saliva, cogiéndolo con la mano derecha, subiendo y bajando la piel de la tranca, centrándose en mamarme el capullo y apretando más o menos ligeramente mis testículos con su otra mano.
    
    Tengo su culo entre ceja y ceja. No sé si habría que decir entre ceja y polla, pero ganas sí que le ...
«12...789...»