1. Mis memorias - Cuarto capítulo


    Fecha: 08/10/2020, Categorías: Confesiones Autor: Dinamujermadura, Fuente: CuentoRelatos

    ... sexo…? No que Jartera. También conocí a los padres de Arturo pues estuve invitada a su casa, lo que tuve que alternar mi relación con mis hermanas. Para cuando volví a la casa ya había estado acostándome con 8 hombres y eso que solo estuve 10 días. Y la verdad no quería volver, pero tocaba terminar el bachillerato, seguí frecuentando a doña Elvira quien me daba regalos y platica para mis gastos y nos divertíamos teniendo relaciones sexuales, a la vez que me dejaba tener mi zona de trabajo por decirlo en el hotel de ahí saque mis buenos pesos y empecé a subirle a la tarifa ya que veía que les gustaba como yo los atendía.
    
    Un día llego un caballero muy guapo al hotel debía de tener unos 45 años, trigueño, media como 1.80, ojos negros y penetrantes. Muy seguro de sí mismo y muy caballeroso y lo mejor casado lo que lo hizo más accesible, pero no solo a mi me gusto, a Elvira también y cuando un día me vio salir de su cuarto, pues una noche me quede a dormir con él, me llamo y me pregunto por él quien era cliente regular del hotel pero que por su labor nunca había tenido oportunidad de conocerlo, yo enseguida pensé que ya era hora de que lo conociera.
    
    Me di a la tarea de solucionar ese trabajo y busque que entre ambos se diera un encuentro, obviamente tocaba buscar que no fuera en el hotel ya que era mejor que nadie se enterara y busque que saliéramos a otro sitio, fue así que nos fuimos para otro pueblo a Melgar. Pero primero toco preparar el camino. La noche anterior ...
    ... habíamos estado tomando en el bar con Manuel era Viernes y pues con los tragos llegaron las caricias, el baile de acercamiento y todo aquello que cautiva la seducción, hasta cuando el cuerpo comienza a sentir ese deseo inmenso de follar y los instintos vienen al cuerpo prendiendo la llama de la pasión, envolviéndonos en uno solo. Nos dirigimos al cuarto a dejarlos salir y revolcarnos en la cama. Y ahí es donde todo se vale, las palabras se callan y nuestros cuerpos hablan, y en medio del fragor la embestidas de su miembro en mi interior las fantasías afloran como prendiendo un volcán y como yo ya venía vendiéndole la idea, insinuándole que había alguien y viendo que sus miradas lo delataban a él no le era indiferente. Doña Elvira cuenta se daba, porque su andar cambiaba dejándonos ver su hermoso trasero contonearse con mayor sutileza y déjenme decirle Doña Elvira estaba como quería. Su abundante cabellera era su mayor sexapil. Sus piernas largas y sus minifaldas que hacían de su vista algo además de ser sexy, excitante. Me encantaban sus zapatillas altas dejando ver sus hermosos pies, delgados y tersos, me encantaba lamérselos, chupárselos, sabía que a ella le gustaba por sus gemidos placenteros.
    
    Fue así que estando en plena faena le empecé a preguntar si le gustaba, mientras él me follaba. Con un ¡sí! me respondió. Las preguntas se fueron dando en la medida en que me iba respondiendo y a la vez su pene me penetraba con mayor fuerza,
    
    -¿Te gustaría acostarte con ella?
    
    Se ...
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